A la mañana siguiente, Nicholas fue a las galerías Gourmet.
Caminaba con una fastidiosa cojera, gracias a que, al intentar subir por las estrechas escaleras, se distrajo y termino por casi caer; si no fuera por su gran sentido de supervivencia y temor a romper algo, se sostuvo hasta lograr salir.
Lo que le distrajo cuando intentaba salir del maletín, revoloteaba animosa en toda la habitación de ese sordito hotel, llamando su atención con emoción.
—Lix —llamo Nicholas con alegría y dificultad.
Lix era un cuervo magestuso de color negro en sus plumas y una profundidad tenebrosa en sus ojos; pero para Nicholas esa mediana ave del tamaño de una libreta es un encanto sin igual.
La pequeña ave oyó su llamado y se detuvo hasta que el pobre rubio saliera adolorido del maletín. Mirandolo intensamente, Nicholas esperaba ser recibido con sus acostumbrados picoteos en la mejilla mientras se posaba firmemente en su hombro en la espera de una carta o compañía. Sin embargo, no fue así, sino aquel cuervo se dirigió a picotearlo con agresividad.
Duros y dolorosos directo en su brazo y rostro, Nicholas grito de dolor mientras trataba de alejarlo a manotazos.
—¡Ave maldita, soy yo! —exclamó Nicholas indignado—. ¿No me reconoces?
La ave pareció entenderlo por un par de segundos pero seguia usando su agresividad con menos intensidad.
Nicholas no entendia el comportamiento de esa ave contra él hasta que, un picoteo en su nuca, comprendio que la apariencia seguia intacta. Saco su varita con rapidez y apunto a la ave, lanzó un chorro de magia haciendo que caiga duramente contra el maletín.
—Discúlpame, querida —repuso Nicholas con pena, luego suspiró y apuntó la punta de su varita en su rostro.
Con es de esperarse, la apariencia de un amable rubio se vio transformada por un pelinegro de rostro más ovalado y serio.
El cuerpo parpadeo, dándole una indicación específica a Nicholas de revertir su hechizo y dejar que la ave reaccione, y para su alegría Lix sólo se paró aleteo alegre mientras grazna observándolo con adoración.
—Te disculpo, querida—dijo Nicholas acercando su brazo para que la ave se sostenga de ahí—. ¿Como lograste encontrarme?
La ave volvió a graznar como si entendiera la pregunta de Nicholas e intentaba responder. Este asentía mientras arreglaba el lugar. No uso absolutamente nada, solo colocaba la seguridad necesaria al maletín.
—Ya me hago una idea—repuso Nicholas acariciando las plumas negras recibiendo la atención total de la ave —. Eres muy inteligente, Linda. Pero tendrás que acostumbrarte a mi otra apariencia, ese soy yo ahora hasta que las cosas puedan mejorar.
La ave soltó otros sonidos inconformes haciendo que Nicholas ría.
—Lix por ahora no podré tenerte en mi hombro pero cuando estemos solos acariciare tus plumas como a ti te gusta. Lo que harás es volar cerca mío, observar y luego contarme los chismes, eso es todo—indicó Nicholas cerca—. Siempre descubres donde acabo, entonces es fácil que me descubras.
Lix asintió solemne. Alzando sus alas salió nuevamente por la ventana, dejando en soledad a Nicholas. Este volvió a ajustar los últimos detalles en su rostro y salió a su objetivo principal.
Ya la gente caminaba con total naturalidad de un lado al otro en sus propias compras, con la compañía de alguien o simplemente haciendo nada.
Tiene que ir a esa tienda muggle, pedirle no sé qué cosa para poder empezar a trabajar.
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The Magic of Sweet | Wonka
FanfictionNicholas Rosier tiene que escapar. Las cosas no han sido de la mejor manera y debe de buscar una solución para no ser encontrado. Huye de su mundo. Huye de donde pertenece y adentrarse en las calles de Londres en busca de seguridad, donde ningún m...