Varita Mágica

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Después de la larga noche con Willy en el Zoológico, hubo un momento en donde se separaron.

Nicholas se asustó por varios minutos cuando no vio al joven a su lado y tuvo que buscarlo incesantemente, pero para su suerte en el oscuro callejón, Willy estaba escondiéndose en una de las bolsas que Noodle traía.

Suspiro de alivio y se adelantó hasta llegar a la pequeña niña con una pequeña sonrisa.

―Noodle ―saludo Nicholas ameno―. Lamento la tardanza.

La muchacha negó de un lado al otro empezando a empujar el carrito.

―No hay problema, Willy ya me advirtió sobre su posible tardanza ―respondió tranquila, luego lo miro interesada―. ¿No entrarás en el carrito?

―Ya le dije, señorita Noodle, tengo mis formas que ni Fregoso y Lejía podrán descubrir. Confía en mí.

Y era totalmente definitivo que Noodle no le creía una sola palabra pero Nicholas no estaba predispuesto a explicar, no le conviene que otras personas sepan de su habilidad.

―Bueno, Willy sin confía en mi ―repuso Nicholas sonriente.

―Willy confía en todo el mundo ―murmuró Noodle.

Un sonido de indignación salió entre las bolsas y la pequeña niña con el mayor rieron entre dientes para luego detenerse en el depósito de ropa.

―Muy bien, los veo a bajo ―expuso Willy moviéndose como un gusano y caer sobre el tubo gigantesco mientras soltaba un grito divertido.

―Yo también haré lo mismo ―dijo Nicholas sonriendo en son de despedida―. Nada ha pasado ha aquí, señorita Noodle.

Se dio la vuelta y se adentro en un inhóspito callejón, le dio una vista rápida y desapareció antes que un pequeño pájaro se posara en el alféizar de la ventana.

Volvió a observar las paredes sucias y la luz cálida que proviene de la lavanderia. Limpio su abrigo y entró por donde venía la conversación entre los compañeros lavanderos.

―... La verdad es que soy chocolatero ―expuso Willy tranquilamente.

―Y no de cualquier chocolate, del mejor del mundo ―agregó Noodle que bajaba desde las escaleras de madera.

―Noodle me hecha porras, pero es cierto ―dijo orgulloso―. Son exquisitos.

―El plan es vender chocolates para pagarle a Fregoso, bueno eso era el plan antes que...―repuso Noodle indecisa.

―Déjame adivinar tuvieron un encuentro con el jefe de la policía.

―¿Como se entero?―pregunto Willy.

―¿Qué tuviste qué? ―pregunto al mismo tiempo Nicholas.

Al parecer todos los presentes saltaron de su sitio cuando se dieron cuenta de la presencia nueva del rubio, abrieron los ojos y lo señalaron incrédulos.

―¿Como llegaste hasta aquí? ―pregunto Lottie interrogante.

―¿Cuando te atrapó la policía? ―replicó Nicholas sin hacerle caso a la muchacha para mirar fijamente al joven.

Willy rio nervioso y empezó a balbucear palabras sin sentido para volver a preguntar al viejo contador e ignorarlo.

Ahora entendía por qué se habia desaparecido un par de minutos, y eso lo lleno de preocupación al ver fijamente como el joven, quien tranquilamente escuchaba al viejo hablar sobre lo que sea, tener un rastro de sangre en la esquina de su cabeza casi imperceptible a la vista común de esos muggles pero sí para quien se ha dedicado gran parte de su vida a la observación como lo fue Nicholas.

The Magic of Sweet | WonkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora