PROLOGUE

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4 de marzo de 4829: Planeta Regelence
Prisión de Pruluce, en el centro de Classige, Pruluce

No quería morir, pero por desgracia podría ser demasiado tarde para tales pensamientos. Taehyung se sentó en el banco frío de piedra que hacía de catre, y miró a través de las amenazantes barras negras de su celda. Alguien venía. No había confundido el sonido de la puerta reforzada con barrotes de acero que conducía al bloque de celdas. El sonido metálico no se parecía a nada que hubiera escuchado antes. Sólo había estado aquí unas horas como máximo, pero ya estaba seguro de que escucharía ese sonido en sus pesadillas mientras viviera. Que podría no ser mucho tiempo. Podría morir en la horca. ¿Todavía colgaban a las personas por asesinato?

Los pasos resonaban cada vez más cercanos en las paredes de roca. En la celda de al lado, el estómago de alguien retumbó, más abajo un prisionero estornudó, y el recluso cerca del final de la fila tenía un problema de flatulencia. Tal fue la repulsión que sintió que un estremecimiento asaltó el cuerpo de Taehyung, queriendo cubrir sus oídos. Nunca pensó que le hubieran malcriado, pero galaxias, necesitaba salir de aquí.

Los pasos estaban justo encima de él ahora, seguidos por un tintineo de llaves. Él se había metido en esta situación, no tenía más remedio que aceptarlo y afrontar las consecuencias. Forzándose a apartar los brazos de alrededor de sus piernas, dejó caer sus pies descalzos sobre el frío suelo y se puso de pie.

El guardia se detuvo en su celda, otro hombre se alzaba detrás de él.

Taehyung tragó saliva con tanta fuerza que sintió como si un trozo de vidrio descendiera por su garganta.

La tenue iluminación en el pasillo ensombrecía el rostro del otro hombre, pero no había forma de confundir esa alta forma atlética. El porte del tío Seokjin hablaba de disciplina y elegancia a la vez. Su tío siempre parecía listo para cualquier cosa; desprendía una poderosa energía incluso en reposo. En este momento, esos hombros estaban cuadrados y un poco rígidos, como la salvación y la aniquilación, todo en uno.

Taehyung respiró hondo y se obligó a mantenerse firme a pesar de que quería meterse debajo del banco y esconderse.

Sabía que su tío vendría. No había habido una sola duda sobre a quién quería que las autoridades contactaran cuando le preguntaron antes de despojarlo de su corbata, medias y zapatos. Pero ahora que su tío estaba aquí, Taehyung deseó no haberlo hecho llamar. La sola idea de contarle a Seokjin lo que sucedió hizo que le dieran calambres en su estómago y su lengua se sintiera como si fuera tres veces del tamaño de su boca. ¿Tal vez hubiera sido mejor preguntar por su padre? No le importaba lo que su padre pensara de él o de sus acciones, pero su padre probablemente habría ignorado su llamada.

El guardia abrió la puerta y se hizo a un lado.

Seokjin entró en la luz. Echó un vistazo a Taehyung con una mirada rápida y superficial, seguidamente un músculo en su mandíbula se contrajo.
⸺Déjanos solos.

El guardia se inclinó a pesar de que Seokjin estaba de espaldas a él.⸺Sí, Su Majestad.⸺ Con las llaves tintineando, se dio la vuelta y se retiró, dejando las
barras de metal abiertas y a Taehyung para que enfrentara su juicio.

Taehyung miró la puerta abierta. ¿Tal vez él podría desaparecer? Coger un barco en Regelence y...

⸺Nunca lo lograrás.

Levantó la cabeza, temiendo lo que encontraría.

Ninguna expresión en absoluto agraciaba los ojos grises de Seokjin, y eso de alguna manera parecía peor.

La puerta al final del pasillo se cerró de golpe cuando el guardia salió del corredor, y Taehyung saltó.

Seokjin ni siquiera parpadeó. Se quedó allí, mirando a Taehyung con la cara tan impasible como siempre. ¿Estaba enojado? ¿Avergonzado? ¿Decepcionado?

DIPLOMATIC RELATIONS  ⌱  TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora