DIPLOMATIC RELATIONS ⌱ TAEKOOK

THREE

Después de los rumores de una discusión, se vio a un cierto vizconde en Summerset Square con heno en el pelo. Al parecer, ahora está fuera de la casa del
perro y en los establos con su consorte.

—Desde Pruluce Weekly, la columna de Acontecimientos de Beau Monde

Jungkook levantó la mano para llamar, pero antes de que su puño hiciera contacto, la puerta del castillo se abrió y Thomas, el segundo mayordomo, le sonrió.

No era una gran sonrisa. En realidad, no era una sonrisa en absoluto, Thomas nunca había sido expresivo, pero si fuera el tipo de persona de mostrar las emociones, habría sonreído a modo de saludo. Jungkook estaba seguro de ello. Siempre le había dado la impresión de que le caía bien.

Thomas inclinó la cabeza.⸺Buenos días, Lord Redding.

⸺Buenos días, Thomas.

⸺Llega tarde, mi lord. —De cualquier otro mayordomo en Classige, habría sido una amonestación, pero viniendo de Thomas no sonaba a reprimenda, era más del tipo sonriente.

Sin embargo, Jungkook no pudo evitar el calor que subió a sus mejillas. Había llegado a la Cámara de los Lores a las nueve en punto, sólo diez minutos tarde, para que le informaran sobre una reunión de emergencia en el castillo. Si no hubiera tenido que comprar una corbata nueva, habría llegado temprano al trabajo y por lo tanto, habría llegado al castillo a tiempo. Si alguna vez volvía a ver a Ashbourne, iba a echarle una reprimenda por su robo. Asumiendo que podía superar este enamoramiento el tiempo suficiente para forzar las sílabas fuera de su boca.

⸺La reunión ha comenzado, pero le llevaré allí de inmediato. —Thomas tomó su abrigo, el sombrero y los guantes, después se los entregó a un lacayo.
Acercándose, susurró⸺¿Quiere pasar por la entrada de los sirvientes para poder entrar sin ser visto?

Prueba positiva de que le gustaba a Thomas. Jungkook asintió y dejó que el hombre mayor lo guiara a través de una puerta a la derecha de la entrada. Con un poco de suerte, el plan de Thomas funcionaría. Chang Wook sabría que llegó tarde, por supuesto, pero tal vez nadie más lo haría. En cualquier caso, esperaba que después de que le dijera a Chang Wook que había encontrado a Mina, todo sería perdonado... si pudiera mantener oculto el último incidente de Juyeon.

—Aquí es, mi lord, la sala de conferencias, —susurró Thomas—. Debería poder pasar desapercibido. Cuando acompañé a Lord Foxglove, todavía había
varios asientos disponibles en la parte de atrás.

Cuando Thomas se detuvo en una puerta verde, Jungkook dio un último ajuste a su nueva corbata y trató de no palidecer ante las voces apagadas que se filtraban desde el otro lado. La reunión estaba en pleno apogeo, pero eso probablemente era bueno si significaba que nadie le prestaría atención, ¿verdad? Sólo hay una forma de averiguarlo.

Al abrir la puerta, Jungkook echó un vistazo adentro.

Tal vez a Thomas no le caía tan bien como pensaba. La multitud no era grande, ni lo era el espacio. Básicamente, era un salón privado con un conjunto de muebles de estética conservadora con la típica madera oscura del castillo y los colores en tonos de la realeza, lo que lo hacía acogedor e íntimo. No había forma de pasar desapercibido. Malcidión, no quería decepcionar a su padre. Odiaba ese sentimiento de desesperación cuando su padre lo miraba con la cara en blanco y no decía nada. Le recordaba al niño tartamudo de cinco años que había sido y no quería volver jamás a ese sentimiento de aislamiento e inutilidad.

¿Quizás debería irse y pretender ignorancia? Esperó unos segundos, pensándolo seriamente, pero su sentido de la responsabilidad no quería tener nada
que ver con eso. Maldita conciencia.