SEVEN

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El nuevo accesorio de moda este año para caballeros… Heno. Un cierto capitán de la Guardia Real fue visto luciendo heno en su nudo de corbata y
cabello. Este autor se pregunta, ¿qué será lo siguiente? ¿Salpicaduras de pintura?

>>De Pruluce Weekly, la columna de Acontecimientos de Beau Monde.

Taehyung cansado de correr. Era como estar de regreso en el entrenamiento básico, sólo que con peores zapatos. Doscientas libras de Hessian altamente pulidos podrían ser todo un impacto, pero francamente, apestaban para correr.

Aún sujetando la mano de Jungkook, se lanzó alrededor de un contenedor de basura metálico y empujó a Jungkook hacia la pared. Si pudiesen girar la esquina sin ser vistos, podrían ser capaces de perder a los rufianes persiguiéndoles. Demasiado malo que no hubiese puesto su cuchillo en su bota esta tarde mientras se preparaba para el baile. No es que eso importara; no se lanzaría a una lucha con Jungkook a cuestas a menos que absolutamente tuviese que hacerlo. Pero se sentiría mucho mejor sabiendo que tenía un arma si esos hombres les alcanzasen.

Al final del callejón, Jungkook se detuvo de manera abrupta y sacudió la cabeza hacia la izquierda y luego hacia la derecha. —¿A dónde fue? ¡Oh, mi
galaxia! ¿Dónde está? —Con su labio inferior atrapado entre sus dientes, frunció el ceño y estudió la angosta carretera frente a ellos, y luego se llevó
una mano al pecho.

Taehyung estuvo cerca de gemir. Había hombres realmente muy grandes, de aspecto rudo, frente a ellos, ¿y Jungkook aún estaba preocupado acerca de la tabaquera? Increíble. —Jungkook, tenemos que ¡oof!

Dando un tirón en su brazo, Jungkook comenzó a correr de nuevo, sólo que no estaba viendo a donde iba. Estaba entrecerrando los ojos hacia el suelo.

En la nieve había huellas de pisadas parciales. La pisada era plana en algunos lugares e irregular en otros. ¿Y esa era la huella de la punta de un dedo del pie? Giraron la esquina, y Taehyung miró hacia atrás para ver si los hombres aún les estaban siguiendo. Afortunadamente sólo había edificios, nieve y basura. Un pedazo de papel flotaba en el viento a unos metros del suelo como alguna clase de aparición, pero nada de rufianes. Aunque sus gritos hacían eco en la pared de ladrillos junto con el silbido del viento.

Más adelante, el callejón se oscureció cuando se alejaron corriendo de las luces de la Feria de Escarcha. Los edificios bloqueaban la mayor parte del clima desde el callejón, pero la calle frente a ellos era como una cortina blanca. La violenta brisa azotaba los copos de nieve casi de manera horizontal con sus ráfagas.

Cuando giraron en la esquina y entraron en la calle transversal, la mano de Jungkook tiró de la suya, su mano enguantada a punto de deslizarse de la de
Taehyung cuando desaceleró de nuevo. Sus mejillas se habían vuelto brillantes y rosadas. Taehyung estaba comenzando a pensar que era imposible para Jungkook ser cualquier cosa excepto hermoso. Pero la respiración de Jungkook tenía un distintivo silbido que sonaba sospechosamente como sibilante mientras miraba de nuevo a izquierda y derecha.

Los gritos de los hombres detrás de ellos se hicieron más fuertes, y Taehyung tomó la decisión por ellos. Fueron al siguiente callejón.

Un gran contenedor de metal se asentaba ligeramente inclinado hacia la pared de ladrillo, dejando un pequeño triángulo perfecto para esconderse y recuperar el aliento. Jungkook tiró de su brazo, intentando ir en la dirección opuesta. —Pero la tabaquera…

—¿Dónde cojones están? —Un grito hizo eco a través del callejón. Los ojos de Jungkook se abrieron como platos.

¿Ahora se acuerda de los hombres que nos están siguiendo? Taehyung apretó su mano y fueron detrás de un contenedor de basura verde descascarillado.

DIPLOMATIC RELATIONS  ⌱  TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora