Capítulo 1

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Ay Madrid, me diste tanto pero estos días estás acabando con mi salud.

La temporada de exámenes estaba acabando y no podía estar más contenta y aliviada por ello. Alejandro, Sofía, Carla y Hugo estaban igual que yo y ya quedamos en que nada más tener nuestro último examen íbamos a salir y desmadrarnos. 

Los chicos también habían vuelto a jugar y los había visto alguna que otra vez, pero al estar tanto entre libros no he podido disfrutar de ellos tanto como me gustaría. 

Y bueno, Jude es otro tema aparte. No hemos vuelto a mediar palabra desde lo que pasó, y mucho menos lo he visto desde aquel día en el aeropuerto, aunque os puedo asegurar que he entrado varias veces a su chat y lo he visto escribiendo, pero al final nunca llegaba ningún mensaje; mis amigos me tachaban de loca y que estaba viendo cosas donde no las había, pero os juro que no estaba alucinando, seré miope pero no me imagino cosas, de momento.

También había visto su celebración en el partido contra el Alavés y encima en vivo. Menos mal que iba en el tren y nadie me conocía, porque la cara que se me quedó fue digna de fotografiar.

Flashback

Corría el minuto 75 y aunque íbamos ganando por un tanto de mi brasileño favorito, yo (y todos) queríamos un gol más. Nos puede la ambición.

Y como si alguien me hubiera escuchado, es en ese momento cuando cierto inglés marca un gol que aleja aún más al equipo vasco de la victoria. Puede ser que haya marcado él, pero cualquier gol a favor de mi equipo lo celebro como si fuera el último. Algunas personas que estaban cerca mía en el tren me miran de reojo pero yo los ignoro. Lo siento pero dejadme celebrar con mi equipo, eso es sagrado.

Estaba viendo la celebración de mis jugadores atentamente cuando veo que Jude no hace su celebración característica y busca la cámara. Se acerca y hace un gesto que me descoloca por completo. Había hecho nuestro signo, había dicho delante de todo el mundo que me quería y, por si fuera poco, culminó la celebración haciendo con sus dedos la letra 'M', por si no quedaba claro para quién iba ese gol. Mi boca se abre y la cubro con mis manos, flipando se quedaba corto. Se me erizó la piel y mi pulso se aceleró y además os prometo que empecé a temblar, incluso alguna lágrima se acumuló en mis ojos pero las eliminé al instante. Me había dedicado goles antes pero nunca había hecho esto.

Me había dicho: "cuando haga esta celebración significa que estaré tan enamorado de ti que mi corazón dejará de ser mío para ser tuyo, así que María, prepárate para ese día porque desde ese entonces su bienestar dependerá exclusivamente de ti".

Si mi corazón ya estaba roto ahora lo estaba aún más, ¿no habría jugado con esto solo para que volviera arrastrándome ante él, no? Mi mente no dejaba de darle vueltas pero mi corazón lo tenía claro: Jude podría hacerme cualquier cosa pero siempre tendría una pizca de confianza ante él.

Mi viaje después se resumió en ir mirando por la ventana, con los cascos puestos mientras escuchaba música de desamor y no dejaba de pensar en Jude Fucking Bellingham.

Actualidad

Dejando esto de lado, continuo estudiando para mi último examen, que era el de Historia de la Medicina. Si es que hay historia en todo, no deja de perseguirme.

. . . . . . . . . .

Ya habíamos acabado de cenar Alejandro, Sofía y yo y estábamos dispuestos a irnos a dormir cuando de repente pican a la puerta. Ale se acerca a mirar por la mirilla y del otro lado, como no podía ser de otro manera, estaba Tchouaméni acompañado de Camavinga y Vinicius. Estos ya vienen sin avisar ni nada.

Les abre la puerta y Aurélien entra corriendo hasta donde se encuentra Sofía para cogerla en brazos y plantarle tremendo morreo delante mía. Yo ruedo los ojos y en ese momento no puedo odiar más el amor. Joder, es que ya vuelvo a pensar en él y en como me gustaría que Sofía y Tchouaméni fuéramos él y yo. Todo esto me está llevando por el camino de lar amargura. 

Entran en la cocina Vini y Edu junto con Alejandro y el brasileño al verme me estrecha entre sus brazos y me levanta del suelo. Esto lo hacía cada vez que me veía, debe ser marca de la casa o algo así, pero no iba a negar que me encantaba. Después se acerca Eduardo, que deja un beso en mi mejilla mientras me saluda en francés y yo le respondo en gallego, es una coña que tenemos pero no podría gustarme más.

Los seis nos dirigimos al salón y nos ponemos al día. Los chicos tenían partido justo el día que teníamos nuestro último examen, partido de Champions encima, así que no paraban de insistirnos en que teníamos que ir sí o sí para celebrar el fin de exámenes y bueno, al final acabamos cediendo aunque yo tenía bastante miedo porque sabía que me lo iba acabar encontrando pero es algo que tengo que superar de una vez, no íbamos a evitarnos para siempre, compartimos amigos y encima equipo así que íbamos jodidos.

Para acabar de mejor manera la noche nos ponemos a jugar al Monopoly y aunque acabé perdiendo porque soy malísima, la sesión de risoterapia que había tenido con ellos no la cambiaba por nada del mundo. Estaría lejos de mi casa, pero ellos eran mi segunda familia.

Pasadas las doce de la noche, los tres futbolistas deciden que ya es hora de irse a sus casas, así que nos despedimos de ellos aunque a alguno le costó algo más separarse, creo que ya sabéis a quién me refiero, ahora entiendo cuando decían todo esto de Jude y de mí.

Cuando ya se habían ido, nos deseamos las buenas noche y cada uno se dirige a su habitación. Ya en ella, me pongo el pijama, hago un último repaso de lo que he estado estudiando antes y me meto en la cama. Estoy un rato con el móvil y justo cuando estaba a punto de ponerlo a cargar, me llega un mensaje que me descoloca por completo:

I fucking miss you María, you have no idea.

Estaba apunto de entrar a su chat y, cuando lo hago, el mensaje ya había sido borrado. Pongo mi móvil a cargar, apago la luz y decido que dormir es la mejor idea aunque ya os adelanto que he tardado bastante en conciliar el sueño. Sentía como si mi corazón fuera a salírseme del pecho y si no lo hizo os aseguro que poco le faltó. Lágrimas volvieron a acumulárseme en los ojos y mi corazón había vuelto a doler.

Y otra cosa Jude, coincidimos en algo más y es que yo también te extraño demasiado.

. . . . . . . . . .

Año nuevo, capítulo nuevo.

¡Feliz 2024! 🎉Espero que hayáis pasado unas increíbles Navidades y un buen inicio de año. 

Pido perdón por estar bastantes días inactiva pero entre estudiar para la uni y que era Navidad no he tenido mucho tiempo, pero ahora os prometo que volveré a actualizar más seguido.

Dicho esto, que disfrutéis del capítulo, os quiero un montón y ¡nos vemos en el siguiente!💖

De Madrid al cielo (2ª Temporada) ‖ Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora