Prólogo

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Odio las despedidas.

¿En qué momento se había pasado tan rápido la Navidad? 

Por una parte quería volver a Madrid, pero por otra... es que como en casiña en ningún sitio, y lo peor es que se avecinaba temporada de exámenes.

Al final sí que va a haber algo que odie más que las despedidas.

Me encontraba en el aeropuerto, acompañada de mis padres y no podía evitar que se me vinieran recuerdos de hace 4 meses, aunque aquella vez la despedida había sido en Madrid y no en Galicia; no sé que prefería antes la verdad.

Me despido definitivamente de ellos y me dirijo a la puerta de embarque. Tomo aire y cierro los ojos. Me giro por última vez y les mando un beso a mis padres, que me sonríen y me despiden desde la lejanía.

Poco tiempo después ya estaba sobrevolando los cielos gallegos. Hasta pronto terriña.

. . . . . . . . . .

Madrid, la ciudad que me había dado tanto y a la vez me había hecho sufrir. 

El aeropuerto estaba lleno de gente corriendo de un lado para otro: unos despidiéndose de su familia y otros llegando solos, como era mi caso. 

Cojo mi maleta y me hago sitio entre la gente, siempre pendiente de no chocar con nadie y de no perder nada. Estaba por abandonar el aeropuerto cuando de repente giro mi cabeza al oír algún que otro grito. En escena había un montón de gente, principalmente joven, sacando sus móviles para lograr hacerse una foto con alguien que yo no lograba ver. Si había algún famoso yo también quería unirme a la fiesta. Me detengo y observo todo con detenimiento hasta que del tumulto de gente aparece un chico vestido enteramente de negro, con una gorra del revés y unas gafas de sol colocadas encima de esta. Se le veía perfectamente la cara y es ahí cuando mi corazón se para al verlo. Le sonríe a sus fans y acepta hacerse fotos con todos a la vez que interactúa con ellos. 

Como si notara mi presencia, se gira y nuestras miradas conectan. Su cara cambia al verme y yo soy la primera en apartar la mirada, volviendo a coger mi maleta y ahora sí que sí y sin mirar atrás, me dirijo a la entrada, dispuesta a encontrar un taxi.

No estaba preparada para volver a verlo a tan poca distancia de mí y mi corazón tampoco.

Aunque no quisiera admitirlo, mi corazón aún le pertenecía a él y no sabía si eso iba a cambiar alguna vez.

¿Qué me has hecho Jude Bellingham?

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Bueno, bueno, bueno, creo que no había mejor manera de inaugurar esta 2ª temporada. 

Estoy muy emocionada por seguir escribiendo su historia y ver en qué puede acabar su relación, aunque pase lo que pase siempre estaré en su barco.

Os dejo por aquí este pequeño entrante de todo lo que está por venir.

Como siempre, os quiero un montón y ¡nos leemos en el próximo capítulo!💖



De Madrid al cielo (2ª Temporada) ‖ Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora