Capítulo 13 - 1 conversación, 0 discusión

260 19 5
                                    

-Jackson –murmuré al mismo tiempo que abría los ojos y caía en cuenta de que había sido un sueño nada más. Solté un gran suspiro una vez que quedé sentada sobre el colchón y mantuve mi vista fija en un punto, pero en realidad miraba al vacío mientras trataba de hacer memoria sobre lo que recién había soñado.

Desde que el hombre se había ido a Nueva York a realizar unas presentaciones para celebrar su 30 aniversario de carrera artística, cada día había soñado con él. No recordaba muy bien lo que ocurría en mis sueños, mas de lo que sí estaba muy segura era que en cada uno de ellos sentía el corazón latir de manera precipitada. Llevé las palmas de mis manos a mi pecho, un poco hacia la izquierda, comprobando así que esa sensación no era exclusiva de esas escenas proyectadas durante mi vigilia. Giré la cabeza hacia el buró y miré el área justamente donde encontré aquella hojita la mañana en que él se había marchado.

                                                                  Isabel:

Muchas gracias por tu bonito regalo

y por tus buenos deseos.

Gracias por estar en el festejo; así me

odiaras, no hubiera sido lo mismo si tú

no hubieras estado presente.

Espero que cuando regrese podamos

salir a comer juntos y charlar.

                                                                                                                                       MJ

Un fuerte calor y los nervios fueron aprisionando todo mi cuerpo conforme iba leyendo cada línea. No entendía la razón de mi reacción, no entendía por qué la repentina falta de aire y las ganas de salir corriendo. Los estragos dejados por ese recado siguieron latentes los días venideros, especialmente cuando me dedicada a recordarlo, y al final de estos constantes lapsos de distracción en los que caía, me aguardaba un regaño de mi parte. ¿Qué es lo que te pasa Isabel?, ¿qué mosco te ha picado?

Creí estar dándole demasiada significancia a lo que había escrito Jackson en aquel papel, creí estar exagerando, sin embargo, al analizarlo con detenimiento, no era tan descabellada la idea de que para él yo tenía algo de importancia. ¿Eres tonta o qué? Michael ha mostrado preocupación por ti desde el principio. Me hizo ver inesperadamente mi voz interna en tono de reclamo.

Reconocí que eso era verdad. Antes el orgullo y egoísmo no me permitieron ver con los ojos correctos las acciones de Jackson para conmigo y mi familia. La amabilidad con la que se había comportado no había sido correspondida, al menos de mi parte, y, aún así, él había sido capaz de decirme en aquella nota que mi presencia le resultaba relevante, que quería salir y platicar conmigo. Toda esta red de pensamientos se había ido construyendo con el paso de los días.

Con la cabeza ocupada haciendo el recuento de todo lo anterior, salí de la cama y me acerqué a la ventana para deleitarme como siempre con el hermoso paisaje que se pintaba en el exterior y, tal vez, notar también algún detalle que antes se me había escapado. Mientras observaba la luz del sol matutino realzar la belleza del césped, las flores, los árboles, las piedras, el agua del lago y las estatuas, un sentimiento emergió desde lo más recóndito de mi persona y se asentó en mi consciencia tomándome por sorpresa: deseaba verlo.

La historia desconocida de Michael Jackson (fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora