Guilty [Hyunlix]

12

A Félix se le pusieron los pelos de gallina por alguna razón que ni él podía explicar, ¿o sí?

— ¿Hablar conmigo?... — Inconscientemente sabía lo que estaba a punto de pasar en el portón de su conjunto.

Sus manos empezaron a sudar y su cara comenzó a enrojecerse.

— Si... Es algo que desde hace un tiempo quería decirte... pero no encontraba el momento adecuado... o más bien la valentía para hacerlo. — Era verdad, ya desde aproximadamente una semana se había estado cuestionando la manera de hacerlo, incluso tenía la idea antes de que Félix se lo dijera aquella vez.

— Adelante... — no sabía qué hacer, sentía unas ganas de huir gigantes, pero no porque no quisiera que le preguntarán lo obvio, más bien por la increíble vergüenza que estaba soportando.

— Yo... no sé cómo empezar, lo haré simple, ¿sí? — susurró con la cabeza gacha, sus mejillas estaban rojas. Cuando por fin tuvo el valor, alzó su mirada para fijar sus oscuros ojos en los más claros. — ~Lix~ desde que te tengo a mi lado mi vida tomó un color diferente, cada vez que miro tus ojos como lo hago ahora me haces sentir vivo. — No pudo más con la vergüenza y para contenerse un poco más abrazo de los hombros a Félix, este no se movió. — Eres como una dulce melodía a piano que nunca me gustaría dejar de escuchar.

Félix no estaba correspondiendo al abrazo, sentía que lloraría ahí mismo. — ~Jinnie~ — murmuró con cariño. Hyunjin se separó un poco para poder quedar ahora sí, abrazados con las miradas una en la otra.

— ¿Puedo ser tu novio Lix? — Esta vez ya lo dijo sin ninguna clase de vergüenza.

Vio como Félix, apartó la mirada a la vez que una gran sonrisa se formaba en su rostro y los ojos se le volvían acuosos. — Sí... si puedes. — fue corto pero conciso. Para ocultar sus lágrimas, escondió su cara en el pecho de Hyunjin quien no podía ocultar su felicidad.

Hyunjin frotó sus manos contra la espalda de Lix para calmarlo. — ~Lix~ no llores, me vas a hacer sentir mal.

— Son lágrimas de felicidad. — las miradas que esos dos se daban reflejaban puro amor y devoción.

No mucho después empezaron con un beso, al principio uno inocente y conmocional, pero con el pasar de los segundos se fue volviendo más fuerte y necesitado, ahora se besaban como si fuera lo único que necesitaran para vivir. 

Para cuando se separaron por falta de aire, el beso se había vuelto más apasionado. Pudieron apreciar a cómo sus cartas estaban calientes.

— Hyun... ¿Quieres ir a mi habitación? — Hwang quedó paralizado ante esta oportunidad, quería pensar que se había sido lo que estaba pensando y no estuvieran malinterpretadas sus palabras.

— ¿Podemos? — Félix asintió con pena.

El largo camino al departamento de Félix fue tedioso, la tensión en el aire se podía cortar con tijeras, ninguno de los dos se miraba, sus vistas estaban pegadas al piso del elevador mientras esté se dirigía al mandado.

Apenas pudo abrir la puerta con lo nervioso que estaba, primero entró él y Hyunjin después, entró y Félix se volteó para cerrar la puerta.

Cuando volvió su vista a Hyunjin este lo empujó sin fuerza hasta que su espalda quedará pegada a la madera, colocó sus dos manos a los costados de la cabeza del rubio, empezó nuevamente con un beso, la perfecta continuación del anterior, los labios de Félix habían sido su obsesión desde la primera vez que los probó, eran abultados suaves y perfectos, Félix era perfecto ante sus ojos.

Hyunjin sonrió por como el más bajito hacía un agarre algo débil en su pecho para poder mantenerse firme, olas de electricidad empezaron a atacarlo cuando esté acercó sus piernas aún más a las de Hyunjin y empezó a frotarse con su entrepierna.