Guilty [Hyunlix]

15

Jisung estaba totalmente decepcionado, más bien enojado, ¿cómo Félix se atrevía a hacer eso? Ese chico le cayó mal por mucho tiempo y justo el día que se llevan bien pasa eso.

Félix era una mierda ante sus ojos. 

Pero sabía que si lo dejaba solo ahí, lo mínimo que podía pasarle estando así de borracho era que le robaran hasta la camisa, no podía dejar que eso pasara.

Así que cuando ya tomó un taxi para irse de ese lugar decidió escribirle a Hyunjin, era muy tarde, aproximadamente las dos de la mañana, pero sabía que él junto a unos amigos tenían que hacer un proyecto bastante difícil y seguro se quedaría hasta tarde despierto.

Ji:
Hyunjin.
Hyunjin.
Hyunjin.
Hyunjin.
Hyunjin.
Contestameeeeeeee.

Hyun:
Queeee?
Sabes lo tarde que es?

Ji:
Dónde estás?
Hyynjinnnnnn

Hyun:
En la casa de Sakura, con Tae, su hermana y otro más que se metió al grupo.

Ji:
Verga.
Oye si te digo algo no te enojas?

Hyun:
?

Ji:
Fui con Agust a una fiesta y me encontré con Félix.

Hyun:
Con Lix??
Él no es de ir a fiestas.
No me dijo nada.
??
Con quién estaba???

Ji:
Ese es el puntoooo.
Estaba solo.
En el pentágono.
Mierda.
Estaba muy borracho.

Hyun:
Cómo que en el pentágono???
Solo??
Que mierda hace ahí???

Ji:
Yo que sé.
Solo se veía algo mal.

Hyun:
Mierda.
Estás con él????

Ji:
No, me peleé con él y ya me estoy yendo.
Puedo volver si quieres.

Hyun:
No, yo me encargo.

Ji:
Y tu grupo???

Hyun:
Ya no me importa, mañana hago lo demás.

Tuvo que pedir muchas veces disculpas a su grupo de trabajo, aún les faltaba mucho para acabar el primer borrador de su proyecto y tenían menos de una semana para acabarlo, pero era de vida o muerte.

No podía creer que su novio estuviera ahí, claro que estaba enojado y mucho, el pentágono era conocido por ser un bar con buena música y bebidas, pero también tenía una pésima reputación por ser prácticamente una extensión del burdel de al lado.

Es que no le cabía en la cabeza, manejaba el auto de su madre con mucho enojo para poder tapar su preocupación, tenía mucho miedo, tenía suerte de haberlo llevado a la casa de Sakura, necesitaba llevar bastantes herramientas y en su moto no cabían.

El lugar era muy lejos del centro de la ciudad, por lo que optó por conducir muy rápido y saltarse todos los semáforos que podía.

Una vez más, frente a esa puerta repleta de luces neón y algunos musculosos guardias que impedían el paso de un extraño, claro, ya había ido a ese lugar algunas veces, le gustaba sinceramente, pero le tenía mucho respeto, una vez apenas salió del sitio le amenazaron con un cuchillo para qué les entregará su celular.