Guilty [Hyunlix]

8

— ¿Me quieres contar lo que pasó? — le dijo con la voz más dulce que pudo.

— ...Me peleé con Minho, y creo que no me va a volver a hablar. — por fin Hyunjin podía respirar en paz, no era que no le interese su pelea, pero se imaginó algo mucho peor.

— Lo lamento bonito, pero no creo que sea tan fuerte la pelea para qué Lee Minho no te vuelva a hablar, no se ve de esas personas.

— Es que... — no sabía cómo explicarle. — Estoy muy enojado con él, me prometió algo y ahora estoy muy preocupado.

— ¿Por qué hablas tan ambiguamente, en serio no me quieres contar? — Félix negó con la cabeza y Hyunjin suspiró. — ...Bueno, si es lo que quieres no preguntaré. Te entiendo. Solo, por favor, no me asustes así.

Félix se quedó unos minutos más apoyado en el pecho de su chico, le preocupaba pensar que en cualquier momento cosas como esas dejarían de pasar por su propia culpa, no tendría a alguien que lo quiera de la forma que la forma en la que lo hacía Hyunjin.

— Hwang Hyunjin. — lo llamó y esperó a que sus ojos se unieran. — ¿Qué piensas de la idea de ser novios? — tenía que hacer esa pregunta rápido.

Hyunjin no supo que contestar, si las circunstancias hubieran sido menos confusas estaría feliz de hacerlo, pero todo se sentía anticlimatico e incluso incómodo — Yo... no sé qué contestarte.

— ¿Me dirías que sí, si te lo pidiera?

— Lix... ¿No crees que es muy pronto para eso?, tú sabes lo que siento por ti, pero quiero ir lento y seguro contigo.  — Félix se veía dolido por esa respuesta, instantáneamente se paró del regazo del peliazul, agarró fuertemente su bolso y empezó a caminar a la salida.

Hyunjin lo siguió a pasos agigantados hasta quedar al frente de él. Félix intentó esquivarlo más de una vez sin conseguirlo.

— Hyunjin déjame pasar ¿sí? — sonaba nervioso.

— Lixxie, no me dejes así... Al menos dime que todo está bien.

— Jinnie, necesito estar solo un momento, me voy a ir a mi casa.

— Félix... — intentó ver sus ojos color miel, pero él solo lo evitaba. — Bien, vete.

El de pecas hizo una reverencia, como si fueran desconocidos quienes se tenían que tratar formalmente, para ese punto ya ni siquiera estaba preocupado, más bien molesto, eliminó esos pensamientos rápido, no era culpa de Lix.

El rubio prácticamente corrió a su casa, no pensaba asistir a ninguna otra clase ese día, si al principio quería estar lo más cerca a Hyunjin, ahora mismo solo se quería aislar de todos.

(...)

No sabía en qué momento, pero ya eran más de las cinco de la tarde, él se había quedado tumbado en el sofá sin ganas de seguir vivo hasta que en un punto se durmió y cuando despertó el gran ventanal que tenía vista a la ciudad cubierta por el manto naranja del sol por la tarde demostraba que había dormido por muchas horas.

Por instinto revisó su celular, tenía muchos mensajes, de todos sus amigos y compañeros de carrera, preguntándole porqué no había desaparecido de esa forma.

Abrió todos, pero no contestó ninguno, no estaba de ánimos, pero un nuevo mensaje apareció, era de Hyunjin, su corazón empezó a palpitar fuerte mientras lo abría.

Hyunnie:
Hola lix.
Avísame cuando estés d humor, sí?
Necesito escuchar tu voz.

Esos mensajes lo estremecieron, sentía que le iba a decir algo malo. No los contestó, decidió directamente hacer la llamada que Hyunjin le había pedido.