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Fue en el otoño de 1989 cuando Hakuji comparó el brillo en los ojos de Kyojuro con los rayos del sol. De hecho lo había pensado tantas veces que ni siquiera podía contarlas con los dedos de las manos, pero jamás se lo había dicho cara a cara.
Tampoco pensó que el rubio lo vería con tanta ingenuidad reflejada en su mirada. Aquellas llamas de fuego lo persiguieron e inspeccionaron todo el rostro y Hakuji debió sonrojarse exageradamente al grado en el que el pecoso se preocupó de que haya cogido un resfriado.
De acuerdo, el pelinegro debía aprender el significado de la palabra "disimular" y todos sus sinónimos porque simple y sencillamente su enamoramiento iba creciendo cada vez más y más, como si un vaso de vidrio se llenara completamente de agua hirviendo y repentinamente explotara. Hakuji sabe que es muy obvio que el cristal puede dañarse fácilmente, así como su corazón puede lastimarse si continúa desarrollando sentimientos románticos por Kyojuro.
El termómetro que checaba sus niveles de racionalidad poco a poco estaba llegando al punto rojo, indicándole que estaba en peligro de quedar expuesto para que todo el mundo se enterara de su loco enamoramiento por el pecoso.
En el otoño de 1989 Hakuji pidió un deseo al cielo: "Por favor, quiero amarlo en secreto sin que mi corazón sufra".
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Enmu les había regalado mandarinas que en la granja de su abuelita se cosechaban cada año. Había traído canastas enormes y repartió la fruta en bolsas a la mayoría de sus compañeros, excepto al odioso de Douma que se la pasó diciendo que probablemente aquel fruto era de muy baja calidad como para que su estómago de oro lo ingiriera. Esta vez Hakuji descubrió que Gyutaro era quien más palabras amenazadoras salían de su boca hacia el peli cenizo que él mismo.
Lo cual realmente le impresionó demasiado, comúnmente era él quien siempre terminaba en peleas contra Douma y mandado a la dirección por no respetarlo al darle sus buenos golpes en la cabeza. Se cubrió la boca cuando cayó en cuenta que su amigo peliverde era más agresivo de lo que pensaba y por su mente pasaron dos posibilidades de lo que estaba sucediendo.
1. Gyutaro le había contestado a Douma de una manera ofensiva porque no soportaba el hecho de que se burlaran de la familia y granja de Enmu.
2. A Gyutaro de alguna inexplicable forma le gustaba entablar conversaciones con el peli cenizo, aunque fuese a base de peleas u ofensas.
¡Oh por Dios! El pelinegro no se consideraba fanático del chisme, pero esto sin duda alguna no podría dejarlo pasar tan fácilmente. Incluso Rui lo notó porque su hermano mayor regresó de la escuela con una sonrisa malévola dibujada en su rostro. Eso significaba solo una cosa: peligro. Y así tal cual su amigo peliverde se la pasó molestando a Hakuji acerca de su enamoramiento por Kyojuro, esta vez el pelinegro encontró la manera de vengarse.
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𝟏𝟗𝟖𝟗; 𝐇𝐚𝐤𝐮𝐣𝐢 𝐱 𝐊𝐲𝐨𝐣𝐮𝐫𝐨
FanfictionHakuji adoraba sembrar rosas todos los días en el jardín de su casa. Kyojuro era un pequeño niño cachetón que intentaba revivir el jardín muerto del patio de la casa de su abuelita imitando todas las acciones del pelinegro. La primera rosa sembrada...