El mundo esconde cosas inimaginables, nada nunca es lo que parece. Y en algún momento todos tomarán consciencia sobre eso, junto a las desiciones tomadas. Cuando pensamos que algo es seguro, todo de la nada cambia, resultando que nada está asegurado...
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- Este lugar es muy bonito, muchas gracias por traerme aquí. - Le sonreí a Tamaki con dulzura porque eso era lo que él me transmitía.
- Gracias a ti por aceptar venir el día de hoy. - Me respondió devolviéndome la sonrisa, para luego voltear a ver el menú.
Nos encontrábamos en un restaurante muy bonito. No era muy caro, ni tampoco tan barato, era lindo. Tenía bastante hambre, pues luego de las peleas en el festival, me había negado a comer para venir aquí con él. Pasaban de las 7 de la noche, casi la hora del toque de queda en la Academia, ¿cómo es que ambos estamos aquí? Fue idea de Tamaki escabullirnos... algo que me dejó sorprendida pero acepté el riesgo porque él lo estaba aceptando por esta salida conmigo.
Para ser una salida entre casual y formal, estaba bastante sencillo. Y para mi, verlo con ropa de civil, fuera del uniforme y su ropa de héroe, me hacía verlo más lindo. Me gustaba su compañía. Nos dispusimos de pedir la comida, ambos pasamos un buen rato hablando de todo mientras comíamos. Luego de eso, él se ofreció pagar todo, insistí en pagar por lo menos mi parte pero sus palabras fueron: "Fui yo quien te invitó, por favor déjame pagar tu comida.". No pude decirle que no, luego de eso caminamos juntos de camino a la academia.
- Eres muy hermosa... - Dijo él de la nada, rompiendo el silencio que había. Sus palabras me tomaron desprevenida, por consecuencia volteé a verlo, y él miraba el suelo sonrojado mientras pasaba una manos por su cuello. Yo sonreí, volviendo mi vista al frente.
- Gracias, no sabía que usar para venir... - Él en ese momento con pena me interrumpió.
- Discúlpame que te interrumpa... si, te vez hermosa, pero no lo digo por cómo vienes vestida o por cómo te arreglaste. Digo que todo tú, eres hermosa. Eres una persona hermosa. - Lo miré y él aún no me miraba, era el chico más dulce. Me detuve en seco, y él también se detuvo, por instinto me miró, estaba sonrojado.
Me acerqué para abrazarlo, él tenía su cuerpo tenso pero al cabo de un corto tiempo se relajó. Por mi cabeza pasó besarlo... o sea, ¿porque no? Pero por mi cabeza también pasó Katsuki y todo lo que habíamos pasado ambos. Yo no podía deshacerme de él. Y también presentía que al chico que estaba abrazando sentía algo por mi, y tal vez lo mejor para mi era estar con Tamaki. Es un héroe, un chico dulce y realmente me trata como a una princesa... pero Bakugo seguía en mi mente... Tengo sentimientos por él, los cuales tal vez tengo que dejar a un lado.
Fue él quien dijo que era sólo su amiga, y fue él quien hizo cosas con otra chica. No pensó en mi, no lo hizo, no pensó en lo que teníamos, algo sin etiqueta pero teníamos algo. Y es por eso que tal vez yo tengo que pensar más en mi.