Almas Reencontradas - Freenbecky

¿Traición?

Pov de Freen.

Mi celular estaba perdido entre tantos documentos. Seguía leyendo y firmando sin parar.

Había llamado a una persona desde que salí de la casa esta mañana y acababa de llegar.

-Buenas tardes. -Me saludó. -Es la señorita Freen, ¿Verdad?

-Buenas tardes. .Lo saludé de vuelta. -Soy yo, pase. Bienvenido.

Él se sentó y yo dejé mis documentos de lado por un momento.

-Traje el catálogo de anillos que me pidió. -Comentó.

Yo asentí sonriendo.

Él saco el catálogo y empezó a enseñarme uno por uno.

-Este es de esmeralda. -Dijo. -Es único.

-¿Lo trae? -Le pregunté.

Él asintió y enseguida lo sacó.

Era precioso.

-Me gusta. -Admití. -Pero estaba pensando en un zafiro rosa más bien.

-¿Conoce acerca de la piedra? -Cuestionó.

-Claro, tengo una empresa de joyería también. -Contesté riéndome.

-¿Qué tipo de anillo quiere? -Preguntó. -¿De compromiso?

-No, aún no. -Negué. -Pero espero pronto estar buscando uno así.

Él sonrió.

-Uno de promesa de amor. -Expliqué. -Sé que el zafiro está relacionado con el amor, la pureza y la verdad en las relaciones personales.

-Sabe bien. -Confirmó.

-Además el color favorito de mi novia es el rosa. -Agregué.

Él sacó su maletín en donde tenía un par de opciones.

Me enseñó varios hasta que encontré el que quería.

Tenía un gran zafiro rosa en el centro y la armadura del anillo tenía forma de corona.

-Este es. -Aseguré. -¿Puedo quedarme con este? 

Él asintió.

-Ese es uno de los más costosos que tengo. -Comentó.

Me dijo el precio pero aún asi no lo pensé dos veces. Enseguida firmé un cheque a su nombre.

Me despedí de él, guardé la caja con el anillo en mi bolsillo y lo acompañé hasta la puerta.

Nam venía entrando enojada al mismo tiempo.

-Freen. -Me llamó. -Tenemos que hablar.

Pov de Becky.

-¿A qué te refieres con que Freen le vendió sus acciones a papá? -Pregunté comenzando a llorar.

-Becky, la empresa estaba en baja, por eso papá siempre quiso hacer la colaboración con la empresa de Freen. -Comentó.

-¿Y se le hizo más fácil no esperar y quitarle su empresa descaradamente? -Cuestioné molesta.

-No tengo cómo defenderlo, Becky. -Respondió.

-¿Te das cuenta de que le acabo de quitar todo a la mujer que amo? -Le grité por el teléfono.

-No fuiste tú, fue papá. -Dijo.

-Es como si hubiera sido yo. -Aseguré. -Además, yo le llevé personalmente el documento. -Expresé aún gritándole.

Freen nunca firmaba nada sin leer.