Almas Reencontradas - Freenbecky

Parte de...

Pov de Becky.

Freen me conocía perfectamente y me había hecho caso en lo de no controlarse.

Había terminado agotada después todo lo que había pasado minutos atrás.

Ella se dejó caer en la cama al lado de mí y enseguida me cubrió con sus brazos.

Yo hice lo mismo.

Ambas teníamos nuestros cuerpos entrelazados haciendo que nuestra piel se contactara directamente con la de la otra.

Ella no dejaba de verme llena de ternura.

-¿Cómo lo haces? -Pregunté sonsteniendo su rostro con mi mano.

-¿El qué? -Preguntó.

-Me llenaste de placer hace cinco minutos, tu mirada ardía y tus manos me daban descargas eléctricas. -Comenté. -Y ahora estás aquí, mirándome tiernamente con una mirada suave y rodeándome con tus brazos que se sienten como hogar.

Ella sonrió.

Se acercó más a mi rostro y dejó un corto y tierno beso en mis labios.

-Te dije que estoy completamente consumida por el amor que siento por ti. -Repitió. -Es más de lo que cualquier ser humano podría entender.

No quería ni pestañear porque no quería dejar de ver su rostro.

Quería memorizar cada detalle de ella, del momento.

Llevé mi dedo índice a su rostro.

-Tenemos un lunar en el mismo lugar. -Dije señalándolo debajo de su ojo.

-¿Este? -Preguntó señalando el mío.

Asentí.

Se acercó y dejó un beso justo ahí.

Volvió a hacer contacto visual conmigo.

-¿Me dejas contar tus lunares? -Me pidió.

Yo sin siquiera pensarlo le dije que sí.

-Uno. -Empezó a contar empezando por el mismo que teníamos y volvió a dejar un beso.

Analizaba mi rostro a detalle.

-Dos. -Siguió bajando a uno que tenía en la mandíbula.

Ya me había dado cuenta de que su plan era dejar un beso en cada uno mientras los contaba.

Me encantaba.

Siguió así por todos los que vio.

Cuando terminó, me hizo girar levemente para contar los de mi espalda.

Le hice caso.

Escuché que dejó de contar pero seguía llenando la parte de atrás de mis hombros, mi nuca y mi espalda de besos.

Se me erizó la piel.

Me volteé para verla.

-¿Qué pasó con el número? -Cuestioné sonriendo.

-Perdí la cuenta. -Respondió. -Tendré que volver a empezar.

Me reí.

Volví a enredarnos en un abrazo y dejé un beso en sus labios.

-Veintuno. -Comentó. -Veintiún lunares en total.

-Pensé que habías perdido la cuenta. -Contesté.

-Era solo un plan para no parar de besarte. -Admitió.

Hundí mi cabeza en su cuello y le di varios besos cortos que le daban cosquillas.