Sweet Home 2 [TERMINADA]

⚜Soldier⚜

Me esperaba una bienvenida así... Pero tampoco la merezco eh.

— Entiendo que estés enojado, cara fea, pero no me llames así— El tipejo que se creía guapo, pero que personalmente para mi era feo, me miró con una ira creciente. 

— ¿¡Cara fea?! Hija de pe-

— Basta. Ella nos salvó la vida.

— ¿¡Nos salvó!? ¡Es un monstruo, debe morir!— Sin pensarlo mucho, el enano de anteojos tomo el arma de ese soldadito y me disparó. 

¿Lindo, no?

— Ah, mierda— Aunque apenas fue doloroso, igual un quejido salió de mis labios— ¿Te sientes mejor con eso? Inténtalo de nuevo si eso deseas, pero no funcionará.

— ¡T/n!— Los niños, Kim Su-Yeong y Kim Yeong-Su, se lanzaron corriendo hacia mí. No pude resistirme y me arrodillé ante ellos con los brazos abiertos. Dos segundos después, dos pares de brazos me rodeaban.

— Dios, me alegra tanto ver que están a salvo— Una lágrima bajó por mi mejilla, pero la aparté rápidamente. 

— Vámonos, no podemos quedarnos— Aquel soldado, que por cierto estaba guapo, se metió en el autobús y espero a que el resto vaya. Agarré a los niños y me acerqué al auto, pero inmediatamente, tanto Jae-Hwan como el enano de anteojos me gritaron.

— ¡Tú no!— Auch. ¿Para esto me dejaste venir, Eun-Hyuk?

— ¿Puedo saber por qué?

— Porque eres un monstruo.

— ¿Monstruo? ¿Monstruo...? Ja, si claro— Mi tono sarcástico aumentaba conforma las palabras salían de mi boca— ¿Ahora si soy un monstruo? Oh, si, claro. Me pregunto... ¿Hyun-Soo entraba en esa categoría también? Les recuerdo que ustedes, imbéciles, lo tenían como su maldito esclavo personal y él nunca los atacó. Pero... Ya que dicen que soy un monstruo, quizás y tenga que actuar como uno... ¿Verdad?— Instantáneamente, mi brazo se transformó y rodeó el cuello del enano de anteojos, mientras mi otro brazo hacia lo mismo con Jae-Hwan— Ustedes, imbéciles cobardes, huyendo como siempre. A ti no te importa más que conservar esa cara "bonita" que tienes, cuando en realidad eres tan asqueroso tanto por dentro como por fuera. Tú... Huyendo asustado como un ratón que ve a un gato. Hasta una rata puede defenderse más que tú sin esperar que otros se sacrifiquen por ella. Ustedes son la porquería de este mundo, infectados y putrefactos; seres que no merecen seguir viviendo. 

— Jung, basta— La voz de Ji-Soo se escuchaba lejana. Sabía que aquel monstruo que dormía en lo profundo de mi ser estaba tomando el control de mi cuerpo.

— ¿Por qué? Es divertido, ¿no? 

— T/n... Tengo miedo— La voz del pequeño, Yeong-Su, me devolvió a la realidad, pero no lo demasiado pronto para evitar que el niño vea mis ojos completamente negros y perdidos. Al ver el miedo en su rostro, lo único que pude hacer fue soltar a esos idiotas. 

— Lo siento, Yeong-Su— Me acerqué a él y acaricié su mejilla con delicadeza, pero cuando vi que se calmaba, me giré a los otros dos que seguían en el suelo, tratando de conseguir algo del aire que les había quitado— En cuanto a ustedes, no me disculparé. No dejaré que me traten como una basura. 

— Ya basta— El soldado, que hasta entonces había estado sentado en el asiento del piloto, se levantó, quedando frente a todos y delante mío— Ella nos ayudó y me salvó la vida. Vendrá con nosotros. 

Nadie refutó su orden y yo estaba agradecida de que así fuese.

Me fui al fondo, bajo la mirada de los otros. Sabía que luego habrían preguntas, pero por ahora, no pensaba responder ninguna.