•|Hint|•

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— ¿Segura de que estás bien?— Young-Hoo se encontraba preguntando como por quinta vez. Admito se difícil que me crea, más aún si ve mi rostro desencajado, pero realmente esperaba que captase mi indirecta y dejase de preguntar. 

— Si, viejo, déjame ya— Me mira incrédulo pero decide no preguntar y yo agradezco internamente su decisión. Me retiro de ahí para dirigirme a cualquier otro sitio y pensar con claridad.

— ¿Ahora sí me dirás?— Excepto que había una persona que no me dejaría libre tan fácil.

— No.

— ¿Me lo dirás por las buenas o por las malas?— Puede parecer impertinente, pero a decir verdad, me da risa cuando él lo dice, porque en vez de parecer intimidante, parece un cachorro todo tímido. 

— Ya, calmado, tigre. Mira— Le mostré lo que horas atrás me había sido entregado. Porque sí, eso creía yo. De haber sido un accidente, la púa, espina o lo que sea, probablemente se hubiese roto. Pero esta no. Había sido colocada de una manera casi perfecta. 

— ¿Una espina?

— No lo es exactamente, pero sí algo así.

— ¿Y eso te hizo llorar o qué?

— Lo que me hizo llorar, fue saber quien a quien le pertenece me lo entregó— Chan me miró un momento, procesando la información. Hasta que una chispa de iluminación llegó a sus ojos, dándome a entender que ya había atado cabos.

— Cha. Cha Hyun-Soo, ¿no?— Asentí levemente con la cabeza, en tanto Chan observaba la púa y luego a mí— ¿Eso significa que tenemos que irnos?

— ¿Tenemos? Tú no estás obligado a venir conmigo, Chan. 

— ¡No lo digo por obligación! 

— Si, si, como digas.

— Hablo en serio. Más que una compañera de "escuadrón", ahora eres mi amiga. Y yo deseo acompañarte, punto final de la discusión. 

Verlo así, extrañamente optimista y con una pequeña sonrisa en su rostro, me hacía cuestionar si realmente valía la pena el riesgo.

— Si estás seguro...

— Obvio que sí. ¿Cuándo deseas salir?

— Mañana, supongo. ¿Tienes algún compromiso por ahí?— Sabía que había una chica que estaba re-enamorada de este chico y por eso mismo es que siempre lo molesto con eso. Porque él no le da bola y me da pena la pobre chica. Pero también que es re-intensa.

— Ja ja ja... No me jodas, niñata. Los únicos compromisos que tengo son contigo, así que no molestes.

— Ay, que sensible.

— Fuera de acá, bestia.

— ¡Chan, era broma!— Bien, me gustaba molestarlo... ¿Pero por qué tenía que ser re-sensible? ¡Ahora me dio pena!

[...]

Eran las 12:00 de la noche. En punto. Me levantaba en completo silencio, en tanto Chan dormía plácidamente a mi lado. 

Cuando terminé de alistarme, me acerqué a él, acariciando con suavidad su cabello.

— No puedo ponerte en riesgo, Channie... Esta es mi manera de protegerte y saldar las muchas deudas que tengo para contigo— Un suave beso en su cabello es lo último que le dejo y salgo de ahí. Un guardia vigila la entrada, pero en cuanto me ve, solamente hace un gesto con la cabeza y me deja salir sin cuestionar ni decir nada. 

En mi espalda, más específicamente en la mochila y sin yo saberlo, estoy llevando un polizón. Tan solo a diez metros del refugio, escucho algo que me hace detenerme y revisar la mochila. 

Sweet Home 2 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora