Sweet Home 2 [TERMINADA]

•|Last Chance|•

— Young-Hoo...

La palidez en mi cara se hizo presente al verlo ahí de pie, frente a nosotros, con el ceño fruncido y con el enojo palpable en sus ojos. 

— ¿Hicimos algo malo, Kim?— Chan se acercó a mí, colocando su mano en mi hombro, como si estuviese diciéndome que algo malo había sucedido. 

— No lo sé, Jung... Tú dime. 

— Escucha, sé que no avisamos nada y que nos desaparecimos por mucho tiempo pero-— Mis palabras quedaron en el aire cuando me di cuenta de la manera en la que me había llamado— ¿C-Cómo me llamaste?

— Jung T/n. 

— ¿C-Cómo lo s-supiste?— Alarmada, miré a Chan-Young, quien solo me hizo un gesto de negación con la cabeza.

— Tak me dijo algunas cosas. 

— ¿Quién cojones es Tak?

— Tak In-Hwan, mi superior por decirlo así. Dijo muchas cosas interesantes, eh... Como que tu apellido no es Pyeon, si no Jung... ¡Oh! También que viviste con el muchacho que fue asesinado por un monstruo— Mi cuerpo se tensó. Ese maldito accidente... Había hecho todo porque quede en el pasado— Monstruo que al parecer, ahora tengo en frente mío.

La mirada de desprecio en sus ojos dirigida a mi persona, fue dolorosa. Pero no lo suficiente como para dejarme caer. 

— Si ya sabes todo eso, ¿Qué haces aquí? ¿Has venido a asesinarme? Porque no creo que Tak In-Hwan solo te haya dicho eso para conocerse mejor.

— Vine porque quería hacerlo, maldita. ¿Qué te pasa?—Al instante, todo rastro de molestia y desprecio se eliminó de sus ojos y en su lugar, apareció ese brillo de picardía.

— Mira, maldito viejo desgraciado, la próxima que hagas eso, te parto la madre.

— Ella no es divertida, ¿eh Park?— Me indigné cuando Chan le asintió con una sonrisa divertida al viejo. Bueno, ese viejo que no está viejo y que está bien sabroso.

— ¿Qué haces aquí y como demonios nos encontraste?

— Yo lo encontré— Hyun-Soo interrumpió la conversación— Bueno, lo encontró Ah-Yi, yo justo estaba llegando con ella.

— ¿Y para qué fuiste con la niña esa?

— Oye, se cortés. La niña se parece mucho a ti, Jung.

— No te metas, Kim, porque eso es una vil mentira. Y te agradecería que dejes de llamarme Jung. Mi apellido es Pyeon.

— Ya, va, va. 

— Respondiendo tu pregunta, fui a buscar a Ah-Yi para que vea a su madre.

— ¿Tenía madre?— Mi pregunta si era con intención de ofender, pero no sé si Hyun-Soo no la entendió o simplemente decidió ignorarla.

— Yi-Kyeong. Ella es su madre— Eso me cayó como un baldazo de agua helada.

— Ah bueno... Chan, vámonos. 

— ¡Tú puedes curar-!— Rápidamente le tapé la boca con mi mano. No quería que diera mucha información.

— Él no dijo nada. Está medio tocado por los golpes. Young-Hoo, vámonos.

— Oye, pero el chisme está bueno— Ni cuenta me había dado cuando el desgraciado se había sentado en el suelo, disfrutando de todo el espectáculo, pero como me importaba un carajo, tomé su chaqueta por el cuello y lo arrastré conmigo— ¡Oye, esto no está permitido! ¡Suéltame, maldita!

No le hice caso y recién lo solté cuando llegamos afuera del hospital. 

— Me van a llenar de problemas ustedes, tarados.