Sweet Home 2 [TERMINADA]

•|Light or Darkness|•

♦|FINAL I|♦

— ¿Cuántos viste ahí?

— Cinco en total. Dos con él, tres afuera. Parece que no les dio el presupuesto para enviar más. 

— No creo que sea eso, Chan. Nos vienen buscando a nosotros. 

— No malogres mi sentido del humor— Suelto un suspiro ante su comentario mientras avanzamos sigilosamente entre los escombros. 

— Tú encárgate de los que están con él, Chan. Yo me encargaré de los otros— Aunque no parecía agradarle la idea, asintió levemente y se perdió entre las piedras y muros. En tanto, yo seguía avanzando con cuidado. Cualquier mínimo sonido que yo pudiese realizar, significaría un peligro inminente, no para mí, si no para Chan-Young. 

Una vez bien posicionada, eché una mirada a mi alrededor. Los tres soldados que se suponía debían estar vigilando, estaban echándose unos chismes bien aburridos. ¿Cómo era posible que en esa situación no sintieran nada? O eso daban a entender... No obstante, podía aprovecharme esa situación. 

Rauda, pasé por delante de ellos sin que se percatasen de mi presencia, tan solo el viento que provoqué fue la única pista que tuvieron para pensar que había alguien ahí. 

— ¡Park, ahora!— Ante mi grito, los soldados se prepararon para atacarme. Los examiné cuidadosamente y luego solté un suspiro— Bien... ¿Quién morirá primero?

Balas, disparos, golpes, gritos... Todo eso creaba un escenario en mi cabeza cada vez más doloroso y siniestro. Pero si mi vida y mi cordura eran el precio por proteger a quienes amaba, lo pagaría. No pude proteger a quien más amé en su momento, pero me prometí a mi misma que no cometería el mismo error dos veces. 

Y sobre todo, se lo prometí a él. 

— ¡Lo encontré!— Un último golpe bastó para que aquel soldados cayese muerto a mis pies, su sangre manchaba mis manos y un poco mi ropa, pero eso no tenía importancia. Rauda, me dirigí hacia donde había escuchado a Chan, encontrándome una escena un tanto dolorosa. 

Eun-Hyuk tendido sobre su espalda, completamente desnudo, amarrado por todas sus extremidades y con una herida en su pierna, que aunque ya no sangraba, se notaba que le había causado mucho dolor.  

— ¡Cabeza de hongo, tenemos que irnos!— Pero no tenía el coraje para forzarlo, no cuando lo veía en ese estado tan lastimero.

— Sé que te duele verlo así, pero no podemos quedarnos. La alarma fue dada, hace horas que saben que él está vivo acá y deben querer conocerlo, no sabemos si están cerca o lejos— Aunque no quiera aceptarlo, sé que Park tiene razón. 

Temblando, desato las cuerdas que le impiden a Eun-Hyuk moverse, descubriendo con horror las marcas que estas habían dejado en su piel, además de que está demasiado débil como para levantarse y caminar por sí solo. 

Pero el terror se incrementa al escuchar voces cerca de nosotros.

— Park, ya sabes qué hacer. Con Eun-Hyuk, ahora— El nombrado no pierde el tiempo y acata mi orden, acercándose al cuerpo malherido de Eun-Hyuk y abrazándolo ligeramente, solo para asegurarse de no dejarlo atrás. Lentamente, ambos son envueltos por aquel manto que ya me acostumbré a usar. 

Justo a tiempo, porque en el momento en que termina de envolverlos, las balas son disparadas con rapidez, logrando que una impacte en mi hombro. El dolor es ligero, pero aún así, me debilita un poco. 

La desesperación me llena por completo cuando mas balas impactan en mi cuerpo, debilitándome cada vez más, además, de que ahora también le disparan a lo que protege a mis amigos.