Sweet Home 2 [TERMINADA]

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— ¿Cómo te sientes?— Me encogí de hombros ante su pregunta, me era indiferente si al final de cuentas, mi curación pronto se encargaría de esas heridas. 

— Vámonos. Volvamos al refugio— Chan-Young me miró extrañado ante mi petición tan repentina, pero simplemente no sabía que más podía hacer.

— Bien, haré lo que me pides.

Asentí levemente con la cabeza y me levanté, acomodando mi ropa. Park hizo lo mismo y pronto nos encontramos caminando en la oscuridad. 

En tanto, mis pensamientos viajaron a ese momento. La pelea que tuve con Hyun-Soo, fue algo que nunca esperé tener. Ni en mis más horribles pesadillas se presentó la idea de que eso pudiese llegar a ocurrir. Y al final, fue lo que ocurrió. 

Yo no era tan poderosa o fuerte como él, pero tampoco era una persona débil. Los daños que ambos recibimos, no los podría soportar un humano. Pero tenía que admitir, que quien más daño había sufrido en esa pelea, había sido yo. Me defendí bien, pero aún así no pude herirlo como él a mí. 

Nuestra caminata no fue muy placentera, no cuando ambos estábamos heridos. En el fondo, me preguntaba si había una manera de ayudarlo. Yo era un monstruo, pero podía curarme sola. Ese era un beneficio que en momentos como este, era bastante útil. Eso era lo único benéfico que podía rescatar de esta condena. 

— ¿Dónde estamos?— Ambos nos detuvimos, mirando a nuestro alrededor, buscando a nuestro alrededor algo que nos de una pista de donde nos encontrábamos. 

— Espérame aquí, iré a investigar— Chan asintió y se quedó ahí, por lo que empecé a avanzar. Pero me detuve, considerando lo que acaba de suceder y más ahora que está herido, no es algo factible que se quede solo— Park, a mi lado. Ahora. 

Un poco asustado, Chan hizo caso a mi orden. Por mi espalda salió una gran parte de mi monstruo y se apegó a Chan-Young, cubriéndolo como un manto, mientras lo elevaba ligeramente del suelo. 

— A-Aguanta, Pyeon... N-No vas a poder caminar conmigo así, solo voy-— Park no terminó de hablar, cuando simplemente me eché a correr con él sujeto por aquella parte de mí. 

— ¿Decías?— Orgullosa, le mostré una sonrisa de vencedora. Desacelerando el paso, empecé a mirar a mi alrededor, buscando algo que nos ubique. Nada. Divisé a unos metros lo que parecía ser, o lo que parecía haber sido, una especie de contenedor— Tendremos que ir más arriba. 

— ¿¡Cómo piensas ir arriba conmigo a cuestas!?

— Prefiero tenerte así ahora, acá conmigo, a dejarte solo allá— Chan no objetó más y simplemente se quedó quieto, sumiso. Mis brazos se transformaron y se sujetaron del borde de aquel contenedor, impulsándonos hacia arriba.

¿Aterrizaje?

Bueno, toca mejorar esa parte. Al menos, a Chan no le afectó en nada. Suertudo hijo de su madre. 

— No es lo que me esperaba, pero ¡ey!, puedes mejorar. 

— Imbécil— Aunque lo haya dicho en un tono algo enojado, Chan-Young no pasó por alto la sonrisa que apareció en mi rostro— Listo. Esta es una vista digna de un rastreador. 

— Pero si tú no eres ningún rastreador...

— Vuelve a decir algo y te arrojo al vacío. 

— No, pues, me callo— Sonreí ante su reacción y empecé a mirar el lugar. Desde arriba, la ruta era fácil de conseguir. 

— Bueno, creo que ya sé por donde tenemos que ir— Cinco minutos después, señalé a Chan el camino que debíamos tomar. Ahora... La cosa era bajar.