Después de que ambas mujeres se entregaron la una a la otra, Lena aprovechó un descuido de Kara y esta última quedó completamente dormida en la cama. Lena decidió que lo mejor que podía hacer era darle un obsequio que sellara todos los sentimientos que envolvían su relación. Por eso, al amanecer, Lena la despertó. La escena parecía graciosa, ya que Kara no estaba acostumbrada a levantarse tan temprano, y mucho menos a mantener el estado de su cuerpo después de haberse entregado a Lena. Tenía marcas en la piel, a pesar de que Lena había tratado de manejar su fuerza, había momentos en los que eso le resultaba realmente imposible.
La mañana estaba llena de una dulce calma, y Lena, con una sonrisa en el rostro, le entregó a Kara un pequeño paquete. Kara, aún adormilada, abrió el regalo con curiosidad. Dentro encontró una joya de gran peso y belleza, hecha a mano con detalles exquisitos y materiales preciosos.
Los ojos de Kara se iluminaron al instante al ver el regalo, y su corazón se llenó de amor y gratitud hacia Lena. Era una joya tan significativa, un símbolo de su amor enraizado en la belleza y el valor del presente. Kara sabía que llevaría esa joya con orgullo y la atesoraría como un tesoro preciado.
Lena tomó la joya y la colocó suavemente alrededor del cuello de Kara. Sus manos temblaban ligeramente por la emoción del momento. Kara se sintió abrumada por la ternura y el cariño que Lena le mostraba. Era un gesto tan significativo, un símbolo de su amor y compromiso mutuo.
En ese momento, Kara se dio cuenta de lo afortunada que era de tener a Lena a su lado. Había encontrado a alguien que la entendía, la aceptaba y la amaba incondicionalmente.
Mientras Kara admiraba la joya en el espejo, Lena la abrazó por detrás y susurró al oído:
- Eres mi todo, Kara. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar. -
Kara se volvió hacia Lena y la besó suavemente, sellando su amor con un dulce y tierno beso.
En ese momento, las dos mujeres se dieron cuenta de que este era solo el comienzo de su historia juntas. Había tantas aventuras por vivir, tantos momentos de felicidad y crecimiento por experimentar.
Y así, con el sol brillando en el horizonte y el amor fluyendo entre ellas, Kara y Lena se embarcaron en su viaje juntas, listas para enfrentar el mundo y crear su propio destino.
Kara subió al carruaje en compañía de Lena, mientras visualizaba la imagen de aquel hermoso lugar al que pronto regresarían. El palacio parecía sacado de un cuadro, cubierto por un manto blanco de nieve.
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Dulce inocencia
FanfictionLena, miembro de la distinguida aristocracia vampírica de Inglaterra, regresó a su majestuosa morada y accedió a prestar su ayuda a Zor-el, uno de los íntimos amigos de su difunto padre. Sin embargo, en un giro inesperado del destino, encontró en su...