Llevamos una semana de viaje más o menos, para mí los días son iguales asique estoy algo perdido. Todo se volvió rutinario.
Levantarse, respirar
Desayunar, respirar
Trabajar, respirar
Almuerzo, respirar
Y podría seguir, pero creo que se entiende como siguen mis días lejos de él. He sufrido rupturas antes, digo vivo en un barco, asique no tengo muchas raíces, pero esta se siente tan diferente.
Tal vez sea porque no me despedí correctamente, más se sintió como si hui de él y eso era peor.
Me encontraba en la cofa del barco, viendo el sol caer. Estos días ese era el único lugar donde podía escaparme de la mirada de mis madres. No es que eran malas, solo no me gustaba que me vieran como si estuviera lastimado o enfermo, me hacía sentir peor de la que ya me sentía.
Desde que tengo memoria, siempre he tenido un huequito en mi pecho, en mi corazón. Lo sentía ahí, vacío. No me molestaba, solo era incomodo a veces. Desde mi encuentro con Aemond, dejo de ser así, el hueco seguía ahí, no es que se llenaba con su presencia solo me ayudaba a olvidar que lo tenía. Ahora ese huequito era un poco más grande, y esta vez, si me dolía.
Respirar...
Uno de esos largos días mi Madre subió a hablar conmigo, todo este tiempo no había cruzado mucho dialogo con ella. Mama era la que me consolaba cuando me encontraba llorando en algún rincón y la que estuvo conmigo durante mi celo.
Asiqué cuando la vi llegar, su aroma me invadió y me reconforto un poco, pero aun así no tenía muchas ganas de hablar. No aún.
Se puso a mi lado, solo escuchaba su respiración y de reojo la miraba, su mirada fija en el ocaso, no decía nada y eso me empezaba a dar ansiedad.
L – No quiero habl...
D – Tu mama te conto como nos conocimos, no? – voltee mi cabeza para verla completamente, a que venía eso?
L – Ammm... Si. Me dijo que trabajo en el barco, con el tiempo se enamoró de ti, cuando la besaste por primera vez supo que estaban destinadas y el mundo se tiño de colores, escucho música a su alrededor, vio el futuro que iban a tener juntas, rosas por todos lados formando un gran mar que la envolvían cuidadosamente. Y supongo que más detalles de ese color, pero en esencia.
D – No me sorprende que haya adornado tanto todo, excepto lo del vínculo, eso seguro que fue así para ella. Aunque yo no lo recuerdo así. – levanto los hombros e hizo una mueca con la cara.
L – Como lo recuerdas entonces.
D – Recuerdo a Obara trayendo a una salvaje a rastras, aparentemente había querido robarle y bueno, viste como es Obara. – asentí con la cabeza – Estaba sucia, con el pelo corto, le sangraba la nariz y cuando vi sus feroces ojos marrones, lo supe. Para mí, el tiempo se detuvo y solo quedamos nosotras en el mundo. De pronto un intenso deseo por protegerla me invadió. Necesitaba cuidarla, encerrarla en un lugar para que nada le pasara, incluso ver como Obara la sujetaba del brazo me molestaba y en un gruñido le dije que la soltara. Cuando lo hizo, ella cayo en sus rodillas, me incline para ayudarla y le dije que ahora trabajaría en el barco. El peor error. – soltó aire sonriendo
L – Que? ¿Porque?
D – Porque tenía la regla de no meterme con nadie de la tripulación, ya había tenido problemas antes. – Volteo a verme y me sonrió.
L – Pero todo resulto bien, no? Digo ustedes se casaron.
D – Si, pero pasaron años hasta que eso se hizo realidad y créeme, no fue nada lindo. Tu mama era un desastre.
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Una segunda oportunidad / Lucemond
FanfictionEsa noche lluviosa, ocurrió la tragedia que dio inicio a la guerra. Pero él no murió, solo olvido dándole una oportunidad de una vida tranquila lejos de todo el dolor. Y con eso, una segunda oportunidad para reencontrarse. Es una historia con un gir...