Una segunda oportunidad / Lucemond

Cap. 5 - Cecil

Salí del camarote, lista para empezar el día. Tenía que ayudar a preparar el desayuno, pero note que faltaban algunas cosas así que me dispuse a ir al mercado. Cuando apareció entre las sombras del pasillo pensé que era producto de mi imaginación y me dio curiosidad, lo seguí hasta arriba y realmente era él.

C - Dos días seguidos? Esto es nuevo. – volteo a verme, su cara aun dormida.

L - Buenos días... de verdad te sorprende? – me pregunto y una sonrisa se dibujó en mi rostro.

Claro que me sorprendía, desde que ese cachorro había llegado a nuestras vidas jamás se había levantado tan temprano, a menos que tuviera algo que hacer con su Madre o quisiera algo a cambio de esa "responsabilidad". Lo mire, sospechosa y divertida.

Tras un leve cuestionamiento, me dijo que quería ir al mercado, asique le ofrecí acompañarme. A lo que se negó con fuerza y "disimulo", realmente no me molesto, pero el rostro que puso cuando me sorprendí, valió la pena. Me burlé de él y me fui con Meera al mercado.

Me di cuenta que era demasiado temprano, porque había pocas personas caminando, algunos puestos recién abrían por lo que me dediqué a mirar. Encontré buenos lugares para comprar todo lo que mis chicas me habían pedido, cuando me percaté tenia demasiadas bolsas y Meera llevaba, cansada, dos cajas, por lo que decidí volver al barco. Llegando, note que había una tienda que no había visto al principio, tal vez se encontraba cerrada cuando pasamos. Entre y había varias prendas de vestir, todas alrededor de la tienda, mis ojos no sabían que observar primero, todo era tan hermoso.

Encontré una bella capa azul marino larga, con bordes rojos, la tela era suave, muy suave y pensé en mi Luke. Se vería muy hermoso con ella puesta, asique la tome. También tome un vestido blanco con pequeñas rosas en un tono pastel y el recuerdo del que fue mi hogar una vez, volvió.

Pero para mí, la frutilla del pastel fue la chaqueta negra, con detalles en sus bordes con un hilo color azul marino brillante, pero sutil. Era entallada y tenía dos pequeños botones en color plata, que la hacían resaltar aún más. "se vería hermosa en ella", pensé y no dude en tomarla.

Salí de la tienda con dos cajas más y me sentí muy mal por Meera, por suerte ya le había comprado un regalo en compensación por esperarme.

Al llegar al barco mi hermoso cachorro ya se estaba acercando para ayudarnos con las cosas, le indique que primero tomara las cosas que Meera cargaba y así lo hizo. De repente el aroma a sal de mar, me invadió. Sentí su presencia, pero no podía verla bien por el sol, deposito un hermoso beso en mis labios y quito las cajas de mis brazos.

D – Te traes todo el mercado o que paso? – dijo y si, realmente me había excedido.

C – Jajaja no, pero como no había mucha gente me tente. Además, el viaje es largo, las chicas necesitan de estas cosas. También compré cosas para Luke, y te traje un regalo.

D – Un regalo para ambas o solo para mi? – Dijo con tono tentador, sonriendo, ladeando su cabeza hacia mí. Me invadió la vergüenza con Luke, por lo que no dude en pellizcarla y señalarle a Luke con la mirada. Solo revoleo los ojos y se rio.

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Al llegar al barco, seguí a las chicas hasta la cocina y empecé a preparar el desayuno. La mañana siguió tranquila, incluso el almuerzo, pero cuando este término y todas terminamos de ordenar, vi como ese pequeño bribón se escabullía con una sonrisa en su hermoso rostro. Solo opte por sonreír, hasta que ella hablo.

D – Donde va? – Cerré los ojos, respire para tranquilizarme y me voltee hacia ella.

C – No lo sé, no dijo nada. Tal vez tiene algún antojo, ya sabes como es. – Intente defenderlo. No funciono.