Una segunda oportunidad / Lucemond

Cap. 17 - Mirador

Daena

Cuando llegue al punto más alto y pase por la pequeña puerta que daba al balcón, lo encontré de espaldas mirando el paisaje. La brisa soplaba a esa altura moviendo sus rizos y la capa que su mama le regalo, ahora que la veía bien llevaba los colores de sus casas y solo pude sonreír, como si fuera un mal chiste. Podía sentir lo enojado que estaba, con su mama, conmigo, con ese muchacho y que sus ojos estaban rojos. No me miro cuando me coloque a su lado, en la misma posición.

D – Tu mama esta preocupa...

L – Tú lo sabias, ambas lo sabían y nunca dijeron nada. – dijo sin mirarme

D – No voy a disculparme por lo que hice o no. Tomaría las mismas decisiones una y otra vez. Aunque el resultado sea llegar a esta torre. – Lo miré brevemente y vi su ceño fruncirse.

L – Ah! Tu si sabes consolar.

D – No subí aquí a consolarte, vine a ver como estabas. Si quieres estar enojado con nosotras toda tu vida hazlo, eres grande. Te vales de tus propias decisiones. – silencio – Como estas?

L – No lo sé, no sé cómo me siento, qué pensar o hacer. Todo vino a mi mente tan rápido, tan abrumador. – agacho la cabeza y la sostuvo en su mano, mientras limpiaba sus ojos. – Un día eres un mercader y al otro te acuerdas que eres un príncipe.

D – Y? El hecho de que seas un príncipe no quita que sigas siendo un mercader. No tienes obligación con la corona sino quieres.

Se quedó en silencio, analizando lo que había dicho. Hasta donde entendí, ese soldado no le dijo a nadie de Luke, por lo que le daba una oportunidad para elegir su propio camino. Eso me daba paz, porque nadie iba a obligarlo a hacer nada que él no quisiera.

D – Puedo saber lo que recordaste? – me acerque levemente pero aún conservaba algo de distancia.

L – Fragmentos... algunas personas, algunos lugares, a mi dragón – y sus lágrimas se hicieron ver. – Recuerdo esa noche, nos habíamos cruzado en un salón y el me gritaba, luego estaba en el lomo de mi dragón y lo escuchaba en el viento. – sus manos amortiguaron su voz cuando chocaron con su rostro.

D – Lo que sucedió entre ustedes en el pasado, ya no importa. Solo lo que quieras que pase de ahora en adelante. Piensa en tu felicidad, en lo que tú quieres para ti, nosotras siempre estaremos para apoyarte. Ustedes de alguna forma están vinculados Luke.

L – No sé lo que quiero o lo que siento, son demasiadas cosas que procesar. Si hay un vínculo es porque tenemos la misma sangre, nada más. - Se quitó las lágrimas con las manos mientras tragaba el nudo en su garganta.

D – No crees eso ni por un segundo cachorro. No tienes que pensar demasiado, tu mama te pidió que lo hagas, que estés seguro antes de "cometer un error" para no arrepentirte. Pero yo primero tuve que cometer ese "error" para poder estar con la mujer que amo, y créeme mi dulce cachorro, no me arrepiento de haberlo hecho.

L – Porque... me dices todo esto? – me acerque a él con cautela y acune su rostro, vi como cargaba con todo lo que había pasado. Algunas lágrimas aparecieron en sus ojos verdes, pero no permití que saliera. Inmediatamente las limpie, acariciando su bello rostro.

D – Porque no todos los inicios son hermosos, llenos de rosas y colores pastel. Tu mama estaba sucia cuando la vi por primera vez, me golpeo siendo su capitana, su carácter era lo opuesto a mí, y aun así yo me enamore de ella. Con todo lo bueno, con todo lo malo, siempre la elegiré a ella. Dejé que me marcara primero, porque así lo quise, así debía ser. Ella siempre es primero. Así funcionamos las personas, todas son únicas e imperfectas.