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11:50 am 04/03

Me desperté al escuchar que alguien había tocado la puerta de mi habitación, no respondí ante eso, quería seguir durmiendo.

— Hanna, ¿Hoy tampoco fuiste? - habló Nick de todos modos.

Bufé y me levanté para abrir la puerta

— No, ayer por la noche recibí un mensaje del director, no tendremos clases hasta nuevo aviso.

— Está bien - dió una pequeña pausa y suspiró - hoy vendrá Ámbar.

— Creí que ya no te hablabas con mi amiga.

— Pasaron cosas. - sonrió divertido

Suspiré y volví a hablar

— Tendrán casa sola, yo saldré con Mathew.

— ¿A qué hora? ¿Y tus clases de guitarra?

— Mi profesor tendrá un día ocupado. - mentí

No iba a ir, planeaba ignorarlo por completo y esto de no tener clases por la mañana me estaba ayudando muchísimo con eso.

Iba a despejar mi mente y a olvidar lo que hizo, esta vez, no me dejaría, si el intentaba hacerlo de nuevo lo acusaría con la policía.

De repente recibí una notificación de Mathew

· "Linda, paso por tí a las 2:00."

Sonreí al ver su mensaje y respondí.

__

1:30 pm

Estaba arreglándome para salir, hasta que escuché una notificación que provenía de mi teléfono, supuse de quién sería pero aún así lo ví.

· "Hola, Hanna, ¿Por qué aún no llegas?".

Traté de no responder, pero pensé mejor y sabía que se enojaría, quien sabe si por esa razón me hacía cosas peores.

· "Lo siento, profesor, hoy no puedo,
   tuve un problema y debo quedarme en casa."

Respondí.

Creí que simplemente me dejaría en visto, pero para mí sorpresa me mandó otro mensaje.

· "Te verás con el, ¿Cierto?."

Me quedé helada por unos segundos, olvidé que el había escuchado mi conversación con Mathew ayer.

No respondí nada más, lo dejé en leído.

Tuve que fingir demencia otra vez y seguir eligiendo la ropa que me pondría, hasta que sentí la bocina de un auto justo afuera de mi casa

Agradecí que me había maquillado a tiempo y rápidamente me dirigí a la puerta de mi casa.

___

5:30 pm

Estábamos pasando un lindo momento, el ambiente se sentía hermoso a pesar de que no estábamos en su casa, al final decidimos ir a un lago.

Por más que estemos bien tenía un mal presentimiento, sentía que algo malo pasaría y no tardaría mucho en ocurrir.

Mathew estaba muy raro, noté su manera de mirarme, era diferente.

Seguía siendo dulce, incluso muchísimo más que antes, pero se acercaba más de lo normal a mi rostro y siempre que tenía la oportunidad me decía lo linda que era, eso hizo que me sienta mejor, pero después soltó un "piropo" algo atrevido, eso era muy nuevo de el.

𝙙𝙚 𝙢𝙞 𝙥𝙧𝙤𝙛𝙚𝙨𝙤𝙧 ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora