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12:30  05/03

— Hanna, ven a comer. - habló Nick detrás de la puerta

No quería salir, sabía que me vería el moretón y no se lo tomaría nada bien.

— No tengo hambre. - respondí

Obviamente era mentira, moría por comer algo, llevaba mucho tiempo sin dormir ya que el recuerdo de Mathew no me lo permitía.

No recibí respuesta de parte suya, simplemente se fue a trabajar, supongo.

Justo cuando tomé mi celular me llegó un mensaje de Tom.

· "Linda, ¿Hoy vienes?"

Tardé unos minutos en responder, pero pensé mejor y quizás sería buena idea, trataría de no recordar lo del día anterior y ya no me sentía muy incómoda al lado de el.

· "Si, profesor."

Fue lo único que se me ocurrió.

Tuve que levantarme de la cama con esfuerzo, buscar ropa cómoda y bañarme.

___

1:25 pm

Me encontraba detrás de la puerta principal de su casa, había golpeado suavemente esta hace un momento, se me hacía raro que tardara de más a comparación de antes.

Pasaron dos minutos y por fin me había recibido.

— Lo siento, estaba acomodando algunas cosas - río nervioso mientras me dejaba pasar

— No pasa nada.

Entré y miré a mi alrededor, pude apreciar algunos cambios en su sala y cocina, ahora se veían más elegantes.

— ¿Te gusta? - preguntó al ver que estaba mirando

— Se ve lindo - sonreí mientras seguía viendo, luego, lo miré a el.

— Ven, vamos a mi habitación. - tomó mi mano para guiarme

Una vez allí, me senté en su cama y agarré la guitarra, antes de que pudiera hacer algo me interrumpió

— Y si mejor... - me la quitó suavemente de las manos

Creí que haría algo malo como la otra vez, pero lo contrario.

— ¿Vamos a almorzar? - continuó la frase

Me quedé callada unos segundos, dudé un poco al principio, pero después se me ocurrió que sería comida gratis y yo estaba muy hambrienta.

— Claro - me paré de la cama

El solo sonrió y salió de la habitación para ir a la puerta principal, yo solo lo seguí.

Me guío de nuevo hasta su auto y una vez dentro noté que este estaba más limpio que la vez pasada, como si de alguna forma el hubiese... ¿Cambiado?

Arrancó y me acomodé mejor en el asiento, en todo el viaje estuve mirando a la ventana, por el reflejo podía ver cómo en algunas ocasiones el giraba para verme algunos segundos.

Estuvimos así unos cuantos minutos, cuando noté que ya había estacionado me quedé un poco sorprendida al ver en qué restaurante estábamos.

Era uno de mis favoritos y de los más caros, regresé a mi mirada normal cuando Tom abrió mi puerta para bajar, lo hice un poco avergonzada ya que estábamos por entrar a un lugar lujoso y yo ni siquiera estaba muy arreglada.

Caminé a su lado hasta llegar a una mesa para dos, por suerte en el lugar no había casi nadie, supongo que era un poco temprano para ir a almorzar.

— ¿Te sientes bien? - rompió el silencio

𝙙𝙚 𝙢𝙞 𝙥𝙧𝙤𝙛𝙚𝙨𝙤𝙧 ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora