1

1.6K 67 11
                                    

7:10 AM

Hanna estaba arreglándose para ir a la escuela, estaba algo apurada ya que sus clases comenzaban a las 8:00 y ella aún no había desayunado.

— ¡Hanna, apúrate! - gritó su hermano mayor desde la cocina

— ¡Cielos, ya voy! - respondió.

Nick, su hermano mayor, tenía aproximadamente 20 años, por esto el ya tenía un trabajo y un auto propio, aunque aún vivía con sus padres y hermana.

El y Hanna tenían los mismos horarios para cumplir sus tareas, así que la llevaba a la escuela casi siempre.

_

Luego de unos minutos, Hanna por fin bajó y se sentó para comer su desayuno ya servido.

— ¿Y tu uniforme? - preguntó Nick

— Por ser el primer día, podemos llevar lo que queramos, hacen lo mismo cuando es la última semana de clases

— ¿Y piensas ir así? - apuntó con su dedo la vestimenta que llevaba la chica.

— ¿A ti qué? Me veo hermosa de todos modos. - rodeó los ojos y siguió comiendo

— En mis tiempos, a las chicas de mi escuela no la dejaban vestir así, ni siquiera en el primer o último día de clases.

— Bien por ti. - Hanna solo estaba con su teléfono ignorando por completo lo que decía su hermano

Nick abrió de nuevo la boca para hablar, pero fue interrumpido

— ¡Apúrate! Ya son las 7:50 - fue lo único que dijo, luego agarró su mochila y se dirigió hacía la salida de su casa

El hombre solo se dedicó a soltar un suspiró y agarró su maletín de trabajo.

_

Hanna′

Después de que Nick estuviese manejando por unos minutos, llegamos. Me despedí dejándole un beso en la mejilla y bajé del auto, yendo directamente hacia la entrada.

Me dirigía al salón de música, Ámbar, mi mejor amiga, me había informado sobre un nuevo profesor, según ella era bastante guapo, pero la verdad es algo que dudo, todos mis profesores eran unos amargados, no me sorprendería que este fuera igual.

Estaba muy metida en mis pensamientos, tanto que ni siquiera me di cuenta de que había alguien enfrente mío, cuando lo noté ya era tarde, habíamos chocado sin querer.

— Discúlpame ¿Estás bien? - habló el que parecía ser un hombre mayor

— Discúlpame a mí, no miré por dónde iba - solté un poco apenada por ser un adulto, nos paramos al mismo tiempo y antes de que el pudiera decir algo me fui.

Estaba avergonzada, ¿Y si era un profesor?, ¿Y si se quejaba con la directora?. Preferí no pensar en eso y decidí por entrar a la sala de música, ahí se encontraba Ámbar, sentada en el lugar de siempre.

Me acerqué a ella y rápidamente me senté a su lado, nos saludamos y apenas a los segundos tocó el timbre, dejando pasar a esas personas desagradables que se hacían llamar compañeros.

No les tomé importancia y seguí hablando con Ámbar.

— ¡Estoy ansiosa por ver al nuevo profesor de música! Te lo aseguro, cuando yo lo ví se me hizo muy lindo - habló emocionada, sin importarle que otros la escucharan

— No lo creo, tus gustos no son muy agradables que digamos.

— Esta vez es diferente, apuesto lo que quieras a que ese hombre te va a parecer atractivo.

𝙙𝙚 𝙢𝙞 𝙥𝙧𝙤𝙛𝙚𝙨𝙤𝙧 ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora