I Want To Hold Your Hand

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"Oh, sí, te diré algo
creo que lo entenderás
Cuando digo que algo
Quiero tomar tu mano"
The Beatles

—¿Qué prefieres, tener dos horas con McGonagall o con Flitwick?

La pregunta de James sacó de la ensoñación a Nathan. Estaban en las afueras del castillo, caminando hacia el estadio de Quidditch, bajo el viento ligero Nathan miraba atentamente como su cabello de James se desordenaba aún más. Tuvo la tentación de ordenarlo con sus propias manos, pero lo único que hizo fue ponerlos detrás suyo y fingir mirar el césped verdoso.

—Flitwick mil veces—respondió Nathan con seguridad—. No soy del agrado de la subdirectora.

—¿Cómo? —replicó James sorprendido—. Eres el único que sabe transformar un jarrón en un gato.

—Además de ti. Parece no importarle en lo absoluto.

James rodó los ojos chocando sus hombros con delicadeza. Había dudas en sus ojos y estaba levemente pensativo, Nathan sabía que quería preguntar algo.

—Lanza.

—¿Qué?—preguntó James impresionado.

—Quieres preguntar, solo lanza.

—¿Por qué McGonagall parece no quererte mucho?

Una risita resignada salió de Nathan. Era de esperarse que James pudiera entender, no es de extrañar que Nathan siempre ha intentado participar en todas las clases de Transformaciones pero solo recibe miradas vacías y asentimientos sin importancia por parte de la docente.
Tiene una respuesta clara.

—Ella estuvo ahí cuando mi padre trataba de convencer al director para que me acepte en su escuela —respondió Nathan—. Creo que nuestro pésimo inglés no le agradó.

—No creo que sea eso, la profesora es muy correcta —replicó James soltando una risa—. Me ha castigado tantas veces a pesar de ser su preferido.

Nathan negó con una sonrisa en su rostro.

—Bueno, entonces definitivamente no soy su preferido.

—¿Y por qué?

—Prefiero no dar una respuesta exacta... —respondió Nathan dubitativo—. Es una situación aún compleja que quiero no comentar.

James asintió comprensivo, poniendo una mano sobre su hombro mientras lo apretaba con suavidad. El confort que le generó aquello lo avergonzó, haciendo que sus orejas quemen un poco y una sonrisa más grande crezca cada vez más.

—Cuando quieras, podrás darme tu respuesta —dijo James tranquilo—. Mientras tanto, tengamos una pequeña competencia en el campo.

—Qué tienes en mente.

—Hay una snitch que tomé prestado del buscador de nuestro equipo. Quien lo tome primero soltara verdades que el otro tenga duda —expuso James sonriendo atrevido—. O sino hará retos.

Nathan rodó los ojos, mientras estiraba sus músculos desinteresado.

—Bua, eso va más en contra tuyo que mío, James.

—¿Tanta seguridad tienes?

—Bueno, en Durmstrang fui buscador por una temporada —repuso Nathan directamente a James—. Hasta que pude tirar de la escoba al cazador de mi equipo y así obtener el puesto.

—¿Es en serio? —replicó James abriendo los ojos ampliamente.

—Suena como broma, pero es cierto. El capitán de mi equipo no me aceptó como cazador porque era más pequeño y delgaducho, a pesar de que el cazador de ese entonces era mucho peor que Avery.

CHANGES¹ | James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora