Primer encuentro

3.4K 190 0
                                    

Becky mira hacia todas partes mientras sostiene con fuerza la mano de su madre. Aquel lugar está lleno de niños que desconoce y se siente intimidada, insegura, sobre todo al ser demasido consciente de que tendrá que quedarse ahí por quién sabe cuánto tiempo, sin la compañía de un familiar.

- Mamá, ¿de verdad tengo que estar aquí? - la menor miraba inquieta a una niña llorando escandalosamente en la entrada mientras sus padres intentaban calmarla - Mamá, ella está llorando, ¿es por qué este lugar es feo?

- Este no es un lugar feo, Becky- ríe suavemente, enternecida - Ella llora porque está asustada. Pero tú eres muy valiente, ¿cierto?. Así que no tienes que llorar cuando mamá se vaya - gira a verle con una sonrisa, notando su rostro lleno de pánico, y no tardó en agacharse frente a ella mientras tomaba sus pequeñas manos - Lo he dicho antes, ¿cierto, bebé?. Aquí harás muchos amiguitos, además, no tienes de que preocuparte, ¡Tu amiga, Irin también estará aquí!

- Pero yo no la veo, mami - sus ojos estaban a punto de llenarse de lágrimas.

- Vamos a tu aula, ¿si?, quizá ya esté ahí - y la ánimo a seguir caminando.

No muy lejos de ahí, Freen que había llegado hace un rato, pero había querido ir al baño, no dejaba de corretear por los pasillos bajo la impaciente mirada de su madre.

- Freen, no vayas tan lejos de mi - la pequeña seguía curioseando por todas partes, sus ojos mirando con expectación cada rincón del lugar - Ven aquí - extendió su mano hacia ella, dándole a entender que debía de tomarla, pero la niña la ignoro por completo para comenzar a correr de regreso a su aula - ¡Freen!

No es que Freen fuese una niña desobediente. Por el contrario, la mayoría del tiempo era obediente con su madre, pero le era difícil no sentirse ansiosa ante el nuevo ambiente. Ya había escuchado comentarios de su hermano mayor al respecto a la escuela y ella se sentía un poco más grande al por fin poder asistir. Y una niña grande debe aprender a caminar sola por los pasillos, ¿cierto?, así que su madre tendría que ser un poco más comprensiva con ella.

- ¡Freen, no corras por los pasillos!

Bien. Caminar, correr, saltar, ¿cual era la diferencia?

- ¡Ay! - y fue cosa de un segundo para que terminará chocando con alguien al girar en donde se encontraban su aula.

Ambas cayeron a la vez. Puedo escuchar perfectamente la voz de su madre acercándose mientras le regalaba y ni siquiera se dió tiempo para quejarse, sino que se levantó precipitado con intención de huir de ellas pues su madre enojada era por mucho una calamidad.

- ¡Es por eso que te digo que no debes correr por los pasillos! - era demasiado tarde para huir - ¿No te vas a disculpar? - le miró con reproche.

Freen miro por primera vez a la niña que estaba en el piso. Está le miraba con ojos asustadizos y llorosos, y ella misma sintió miedo al pensar que la había lastimado seriamente.

- ¡Lo siento!, ¡Lo siento! - se disculpó, tomando sus manos para ayudarla a levantarse - ¿Te duele mucho?, ¡De verdad lo siento! - volvió a disculparse, soltando sus manos con nerviosismo para dar un paso atrás.

Becky quitó los restos de lágrimas de sus ojos y observó a la desconocida frente a ella. Esta seguía mirándole absorta, sonriendo finalmente cuando sus miradas se encontraron, como a con ello intentará animarla un poco. Y, Dios, ¿acaso estaba viendo un ángel?, porque estaba segura de nunca antes de haber visto una niña tan preciosa como ella.

- ¿Estás bien? - le pregunto Freen y ella asintió tímidamente en respuesta, sin dejar de observarlo como si fuera única en el mundo.

Freen seguía sonriendo para ella, poco importandole el hecho de que su madre había comenzado hablar con la madre de la contraría, disculpándose por ella mientras esta le decía que no se preocupara, que así sean los niños. Los ojos de Becky no se despegaban de ella y ladeó su cabeza un poco curiosa, preguntándose si tenía algo en la cara y por eso aquel chico no había dejado de mirarle.

- Linda - dijo finalmente Becky.

- ¿Uhm? - Freen le miraba sin comprender.

- ¡Eres muy linda! - y esas palabras bastaron para que la sonrisa de la mayor se desvanecería y retrocediera un par de pasos más hasta chocar con su madre. ¿Por qué aquella extraña le estaba diciendo linda?, solo su madre y sus tías pudian referirse a ella de esa manera - ¿Cómo te llamas?

Freen aferró sus manos a la falda de su madre, esperando que esta entendiera su temor y la llevara lejos de aquella extraña que la miraba como si fuera el juguete más bonito de la juguetería o, peor aún, como el dulce carísimo de la tienda que su madre jamás le compraría.

- Hija, te están haciendo una pregunta - la mujer le tomó por los hombros, empujándola en dirección a Becky. Freen no podía entender como ella, sangre de su sangre, se atrevía a empujarla hacia su perdición - Vamos, dile tu nombre a tu amiguita.

¡¿Amiguita?!, ¡Ella no llamaría lindas a sus amigas!

- ¡No quiero! - y sin más preámbulos, dió un empujón a Becky para pasar al aula.

- ¡Freen! - grito su madre, llevando una mano a su frente - Disculpen, está nerviosa por el primer día - se excusó con las Armstrongs antes de seguir a su hija.

La señora Armstrong sonrió con algo de comprensión, hinchándose junto a su hija que parecía estar en la luna.

- ¿Estás bien, bebé? - pregunto, acariciando su cabello.

- Freen...- fue lo único capaz de pronunciar.

- Si, la niña que te ha empujado se llama Freen - Becky giro a verla, su mirada repentinamente iluminada.

- Mami, Freen es muy linda, ¿Cierto? - sonreía inocentemente, la mujer en cambio la miro pensativa.

- Uhm, ella lo es, ¿No? - la pequeña castaña asintió con euforia - Ah, ¡qué suerte tienes, Bec!, hay una niña linda como Freen en tu clase, asi que la escuela no es un lugar feo, ¿Cierto?

- ¡No, no!, ¡La escuela no es un lugar feo!

- Entonces no lloraras cuando mamá se vaya, ¿Cierto? - la menor negó con la cabeza y la mujer sonrió, más tranquila.

Después de todo, no tenía de que preocuparse. Becky encontraba a Freen linda, ¿y que con ello?, al menos había olvidado su miedo a la escuela. Además, ¿cuánto podría durarle su manía hacia la otra pequeña?, no mucho, suponía.

Cuán equivocada estaba.

ALL THIS YEARS [FREENBECK] 🌷🦦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora