ALL THIS YEARS [FREENBECK] 🌷🦦

Tercer año, preparatoria

Ese era el final.

Luego de estar en su aula de clases junto al resto de sus compañeros y tutores, Rebeca y  Freen sabían que debían ir hasta el auditorio para la entrega de reconocimientos. La graduación había llegado en un parpadeo y ninguna creyó que aquel momento era real hasta que se vieron vestidas con sus uniformes más impecables que nunca, siendo observadas por sus sonrientes padres, cuyas miradas rebosaban de orgullo. Así que, finalmente, ese era el final.
Y ahora tenía que bajar las escaleras hasta el auditorio para pararse sobre ese escenario ario y ser aplaudida por todos.

Por supuesto, eso era algo que debían hacer. Pero por no estaban ni cerca de llevarlo a cabo.

— Freen...— Rebeca llamo con voz suave a su linda novia — Amor, deberíamos ir con el resto, ¿sabes? — pero la morena solo presionó más su cuerpo contra el de ella.

Rebeca suspiro sin poder molestarse por la negativa. A medida que se había acercado el día de la graduación, Freen se había vuelto especialmente pegajosa con ella y, siendo por lo general alguien bastante esquiva, le gustaba su nueva disposición.
La castaña estaba sobre su regazo dejándose consentir como la bebé demasiado grande que era, tratando de contener la risa cuando la contraria se distanció para mirarla con ojos de cachorro triste.

— He estado contigo desde el jardín de niños, será raro — se atrevió a admitir con voz melancólica.

— ¿Es así? — acarició su mejilla, sonriendo ladeado — No me extrañes demasiado.

Si Rebeca era molestamente bromista, Freen le daría un golpe; ella nunca había sido especialmente tolerante, mucho menos con la castaña. Sin embargo en ese momento no hizo uso de la fuerza, sino que sólo junto sus labios.
El beso fue ansioso y un poco torpe, probablemente porque a Freen le estaba siendo difícil controlar sus emociones, y Rebeca mantuvo sus ojos abiertos mientras ladeaba la cabeza. Su mano se deslizó hacia la nuca de la castaña y correspondió con más fuerza, deslizando su lengua dentro de su linda boca para hacerla removerse inquieta.
Bien, ella podía quedarse haciendo eso en vez de recibir su diploma y reconocimiento.
La castaña cerro sus ojos, satisfecha con la posición, y no dudó en llevar su mano libre hasta el trasero de su novia para presionarlo, provocando que soltará un gemido contra su boca.

— Ah.. Becky — jadeó inquietamente su nombre, distanciándose de sus labios para respirar. La aludida sonrió mientras limpiaba el pequeño hilo de saliva que había en sus labios — Hey...— su voz salió con timidez. Un lindo rubor adorno sus mejillas.

— Eres preciosa — dijo con una sonrisa. Freen suspiro al juntar sus frentes.

— Tu lo eres más.

Rebeca sonrió tomando la iniciativa esta vez. Freen se abrazó gustosamente a su cuello mientras correspondía a su beso con fervor.

— ¡Rebeca, Freen!, ¡¿Están a...— la puerta se abrió de repente — Oh, mierda, ¿ustedes tienen que ser así de repulsivas el último día? — Irin cubrio sus ojos con una mano al ver a sus amigas besandose de aquella manera tan afanosa.

Freen se distanció de los labios en castaña, refunfuñando mientras escondía su rostro en el cuello de la contraria y se aterraba más a el. Rebeca río y la sostuvo entre sus brazos para mirar a su mejor amiga, quien había retirado su mano de sus ojos solo para mirarla con asco.

— No sé si sepan, pero hay entrega de diplomas ahora y sus padres han comenzado a preguntarse por qué tardan tanto.

— Ya vamos — la castaña acarició el cabello negro de Freen — Freen, baby, tenemos que ir al auditorio — pero ella solo agitó la cabeza en negación — Mi amor...

— No quiero. Si vamos ahí ahora, nos graduaremos finalmente, y cuando eso haya pasado ya no nos volveremos a ver. Tú irás a una universidad diferente y yo te voy a extrañar demasiado.

La frente de Irin se arrugó, ¿de que estaba hablando Freen cuando decía "universidad diferente"?. Abrió su boca, dispuesta a corregir a su amiga, pero Rebeca le lanzó una mirada filosa y una sonrisa llena de malicia sus la hizo enmudecer. Más bien, la castaña parecía estar diciendo: "atrévete a decir algo y vas a cavar tu propia tumba Irin Byres"

— No estés triste, baby — la castaña la conforto, dando palmaditas sobre su espalda — Aún tenemos las vacaciones antes de ir a la universidad, ¡y tenemos un viaje planeado con las chicas!, ¿no es eso genial?. Vamos hacer un montón de recuerdos juntas — Freen se distanció, mirándola con ojos tristes. Rebeca acarició su mejilla y beso sus labios suavemente, intentando animarla lo suficiente — Y voy a enviarte mensajes todas las noches, no te vas a deshacer de mí.

— Encontrarás a alguien más a quien engancharte como la garrapata que eres — la acusó.

La sonrisa de Rebeca se llenó de ironía mientras tomaba su barbilla.

— Siempre tan dulce...— le soltó — Vamos con tus padres, ¿si? — le hablo como a una niña — Te daré todos los besos que quieras después de eso — aseguró.

Freen se levantó de mala gana, preguntándose como Rebeca estaba tan tranquila cuando iban a separarse. ¡Se suponía que ella la amaba más que a nadie en el mundo!, ¡Rebeca la había perseguido  durante toda su vida!, ¿así que ahora podía ser tan ajena a su inminente distancia?. Empuñó sus manos, a punto de hacer un berrinche y se dió la vuelta para caminar toscamente, adelantándose para no tener que discutir.

Irin vio a Freen pasar por su lado, sintiendo cierta empatía con ella. Giró a ver rápidamente a su mejor amiga tras escucharle reír.

— Estás siendo cruel, ¿cómo no es posible que la hayas dicho que te hicieron una mejor oferta en su misma universidad?

— Porque sería menos divertida de esa forma — dijo caminando hasta la rubia para girar a su brazo — Además, ella es mucho más cariñosa ahora que piensa que vamos a separarnos.

La rubia la miró de manera recriminatoria, deteneiendose en su caprichosa sonrisa.
Rebeca podía jugar demasiado sucio.
Sin embargo, tomando en cuenta que Freen, incluso después de comenzar a salir con ella, se la pasaba huyendo continuamente de la castaña; lo que le hacía entender porque está última le parecía tan fascinada con toda la atención que recibía. Aunque claramente, eso no eliminaba la gran  posiblidad de que la morena ahorcarla a Rebeca con sus propias manos al descubrir que todo ese tiempo le mintió al respecto de su elección universitaria.

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