Capítulo III: el encuentro

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Kyojuro recién  había acabado las clases de la mañana o sea eso significaba que era hora del almuerzo así que se fue al salón de profesores para almorzar con sus amigos y colegas. Cuando llego vio que sus amigos ya estaban almorzando por lo cual se sentó con ellos. Comieron tranquilamente hasta que Uzui hizo algo que cambio el rumbo de la vida de Rengoku.

- ¡¡¡¡¡¡ QUE TE PASA UZUI !!!!!-exclamo un muy enojado Rengoku

-Solo es jugo, no te alteres tanto -dijo Uzui intentando calmar a su amigo 

-Ve al baño a quitártelo no hagas tanto drama-dijo Sanemi tirando a Uzui de la silla

Y asi Rengoku se fue al baño para lavarse el pelo. Todo estuvo muy cayado hasta que nuestro protagonista escucho un llanto proveniente de un baño así que decido ver que pasaba.

-Oye estas bien-dijo Kyojuro con una voz suave mientras tocaba la puerta

- ¡¡¡¡NO MIRA!!!! ¡¡¡ESTOY LLORANDO PORQUE SE ME DA LA GANA!!!-grito la  voz con una notoria tristeza

- Perdón por ser grosero pero¿Porque lloras?-pregunto Kyojuro con amabilidad en su voz- Obviamente sí me quieres decir.

Narra Kyojuro

Después de decir eso veo de ese salir de ese baño a aquel chico que vi en la mañana. Ahora que lo tengo enfrente mío su belleza es mucho más notoria. Sus ojos ámbar brillan como el sol, su pelo me acuerda a las  hortensias y su físico es en mi opinión el más bello que he visto. 

- Estaba llorando porque todos los de mi clases, exceptuando a mis amigos, me dicen que no valgo para nada, que lo único bonito de mi cuerpo son mis ojos y que nunca encontrare el amor de mi vida y cosas así.

Su voz se escuchaba apagada y eso me rompe el corazón como le van a decir eso yo pensé que en esta institución no habría tanto bullying o que no se meterían en la vida privada de la gente pero según lo que escuche las personas piden tener el rango económico más alto y aún así no cambian. El chico se veía desanimado así que lo invite a que me abrazara el no lo dudo ni un segundo. Ese fue un abrazo cálido y acogedor, en mi opinión, aunque me hubiera gustado que durara para siempre la campana sonó anunciando que la siguiente hora de clase seguía.


la edad no importaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora