"Estará bien"
"No lo sé, deberíamos decirle que volvió y se fue"
"Va a preguntar porqué se volvió a ir, y le prometimos a Renzo que no íbamos a preocuparlo" -Santino suspiró después de escuchar al beta, ambos se encontraban en la habitación del más chico, Giorgio se encontraba sentado sobre la cama de este y le ayudaba a acomodar sus camisas en ganchos, pudo apreciar el conflicto que sentía el menor desde su mirada-. "Sé que no le guardamos secretos, pero no podemos soltar las noticias así cómo así, cuando vuelva, que él se lo diga"
"Giorgio" -El mayor solo hizo un ligero asentimiento de cabeza sin mirarle aún, y el alfa continuó-. "Gracias por mantenernos vivos todo este tiempo, Renzo no te lo dice, pero jamás nos permitió siquiera hablar de ti sin que estuvieras presente, es el más agradecido contigo" -El mencionado elevó la mirada, con un ligero brillo delatante, dándole a entender que había dicho algo bueno, el beta no era muy efusivo, así que sólo suspiró asintiendo-.
"Debería de serlo, no ha sido fácil mantener vivo a ese idiota" -Santino sonrió, el contrario seguía siendo igual que cuando lo conoció, lo suficientemente orgulloso para mostrar emociones-. "No fue nada Santino, somos familia de todas formas"
"¿Has hablado con Marina?" -Giorgio asintió. Marina era la otra dama de compañía de Alessandro, una bella omega que no viajó con ellos ya que estaba en espera de su primer bebé y el hada no la dejó-.
La guardia de Alessandro se componía por seis guardaespaldas y cinco acompañantes.
Los acompañantes eran: Giorgio, Sabino, Mariana, y los gemelos Veratti (Bruno y Bernardo).
Y los guardaespaldas eran: Renzo, Santino, Andreas, Estefano, Pedro y el americano (James).
"Su bebé está saludable" -Santino asintió sin atreverse a preguntar lo que realmente quería, seguido de una larga pausa que hizo al beta suspirar antes de mirarle-. "Tú sabes que no puedo hablar del tema"
"No le diré a Sabino, lo prometo" -Giorgio suspiró, confiaba en él, sabía que lo único que pondría antes qué a Alessandro sería a su bonito rubio, Santino era un alfa ejemplar a su edad, tanto, que se mudó de país cuando su futuro en Italia era bueno, y lo primero que hizo al llegar a Rusia, fue jugar con la nieve cómo niño pequeño, con los otros tres mayores viéndole jugar y uniéndose a él sólo por verlo animado-.
"¿Recuerdas que hace unos meses hablamos que había traidores dentro de la familia Di Cesare?" -Santino asintió, sentándose frente a él en el pequeño sofá que había comprado-. "Lorenzo me llamó hace unas semanas para preguntarme algo, y saqué conclusiones, así que envié al americano a investigar"
A decir verdad, dejar al americano en Italia fue difícil para todos, el alfa era confiable, y todos lo apreciaban, eran al que más extrañaban de todos.
"¿Fue Mariano el traidor?" -La sormsia de ironía de Santino se borró cuando notó a Giorgio negando-.
"Fue Bruno Veratti el que estuvo informando todo el tiempo al Don, Bernardo y Andreas se encargaron de cubrirlo, para no levantar sospechas"
La sorpresa en el rostro del alfa no podía fingirse, había pasado toda su vida junto a ellos tres, eran familia cómo Giorgio lo dijo, tardó, y agradeció que el beta no lo mirara estaba en shock.
"¿Él lo sabe?"
"Si, Alessandro me dijo que no le dijera a Renzo, que él lo resolvería, y no le dije, pero no había nada que resolver, cuando Renzo se fue a Italia, ya habían matado a los Veratti y a Andreas en el ataque a los Di Cesare, junto a varios subordinados del Don. Renzo y yo creemos que el Americano tuvo algo que ver con su muerte"
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Fata Mafiosa
RomanceMafia AU. Omegaverse. BL. Fata mafiosa, o traducido, "Hada de la Mafia". Alessandro Di Cesare, el primogénito omega, del Don de la Cosa Nostra, titulado por el bajo mundo cómo, el hada de la mafia o, el príncipe de Italia. ¿Qué podía hacer este p...