Capítulo 33

159 15 154
                                    

————————————-
Este capítulo contiene temas fuertes, favor de leer cuidadosamente (es que no se que se dice en estos casos pero ajá)
————————————-
.
.
.

"¿Esos aretes?"

"¿Prefieres que use otros?" -Giorgio sonrió al escucharle, el omega estaba nervioso, todo en el denotaba sus nervios, aquel tono pasivo agresivo marcado en su voz respondía por él, aún así, el menor pareció notarlo cuando giró a verle después de un suspiro-. "¿Y si sale mal?"

"¿Qué podría salir mal? Además, en el peor de los casos, tú eres el Zarín, son ellas las que deberían estar asustadas, no tú"

"No estoy asustado... Estoy nervioso, es diferente, ¿Y si no voy? Podría decir que estoy enfermo"

"El Zar no te dirá nada cuando vuelva, Sole, si no quieres ir está bien, inventaré un pretexto"

"No puedo faltar y lo sabes, incluso si en serio no quiero ir, no sé, me siento extraño, pero deben ser los nervios, aún así gracias por animarme un poco" -El beta besó su mejilla abrazándolo en el proceso, y su bonito hada se dejó hacer-.

"No eres un omega marcado, Katarina sugirió que sería mejor usar un cuello de tortuga, así no expones el cuello del Zarín"

"Igual que algo del Zar, ¿No es cierto?"

"Katarina parecía amenazada cuando me dijo que no era necesario, los dos sabemos que solo quiere que estés a salvo y seguro" -El menor sonrió levemente asintiendo y desviando el rostro en el proceso-.

"Bien, usaré uno de sus collares y la playera negra"

Giorgio asintió yendo por la prenda, y Katarina apareció sonriendo ligeramente.

"¿Segura que no quieres venir?"

"Aunque pudiera, no me atrevería, Zarín, las conozco de hace años, Vanka y Daria no aceptarían verme ahí"

"Pronto serás de la familia de igual forma, no debería de molestarles" -La pelirroja bajó la mirada sonrojada, y el italiano sonrió, recibiendo la ropa de parte de su mano derecha-. "¿Maxim está dormido?"

"Si, me pidió decirte que te cuidaras y cuidaras a los cachorros por si te los llevabas" -El omega no pudo evitar sonreír mientras se ponía de pie-. "Las primas del Zar ya están aquí, te están esperando abajo"

El primer príncipe de Italia asintió, les pidió un momento a solas, y cuando estuvo listo, suspiró. Tenía los nervios a flor de piel, el Zar o sus cuñados siempre estaban presentes en estos casos, y esta vez, él tenía que enfrentarse a ellas solo.

Con cuidado de no despeinar su largo cabello se puso de pie, tomó su cartera, sus supuestas llaves (que en realidad nunca había usado) y su teléfono, que casualidad o no, apenas tuvo este entre sus manos, vibró, mostrando el nombre de su esposo en este y sacándole una ligera sonrisa en el proceso.

"Dijiste que volverías antes de que fuera mi salida con tu familia" -Aquello no lo dijo en tono de reclamo, Alec sonó juguetón, y por el resoplido divertido del contrario, él sonrió de igual forma-.

"También te extraño, mi cielo, intentaré volver antes de que termine la semana" -En realidad el Zar nunca había dicho eso, se suponía que volvería hasta la siguiente semana, por lo que escuchar que volvería antes, hizo a su lobo removerse casi en un ronroneo-. "Cualquier cosa que veas extraña, sal de ahí, no des explicaciones, o llámame"

"Estaré bien, no te preocupes"

"Solo... Ten cuidado, mis primas no son peligrosas, pero no estoy cerca y n-"

Fata MafiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora