Capítulo 34

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"¿Dónde está mi esposo?"

"En el invernadero, Zar, pero no considero que sea prudente el que lo vea en esas condiciones"

"¿A qué te refieres, Giorgio?"

"No creo que pase desapercibido el moretón debajo de su ojo, y no es apropiado el que le oculte que ocurrió"

"¿Quieres que le diga la verdad del imbecil de Verner?"

"No Zar, pero si comienza también a ocultarle secretos, va a dejar de confiar en usted, incluso siendo beta puedo sentir su aroma enojado, no lo vea hasta mañana, estoy seguro que hasta el aroma de Renzo debe seguir impregnado en su persona"

El mayor gruñó levemente, sabía que tenía razón.

"¿Qué haces aquí?"

"Al parecer no lo sabe" -Aunque se relajó levemente, enseguida volvió a preocuparse por eso, y el mayor lo miró con el ceño levemente fruncido-.

"¿Qué ocurrió con mi esposo y mis primas?" -Ni siquiera había podido responder cuando el alfa ya se había puesto de pie-.

"No quiere ver a nadie, por favor, Zar, por eso estoy aquí" -El alfa lo miró preocupado, y Giorgio, con todo el dolor de su corazón, suspiró bajando la mirada-. "Al parecer hubo un apagón en el lugar, intentaron secuestrarlo"

"¿Quién mierda fue con él y por qué no me habían informado?"

"Por qué él así lo pidió, al igual que no quería que le pasara nada a Faddei y Yura, porque no fue su culpa"

"¿Estás culpando a mi esposo?"

"Estoy culpando a tu gente que, quieras admitirlo o no, te traicionaron en un club de tú propiedad, no tengo más información, pero si ese secuestro salió mal, fue gracias a Faddei y a Yura, así que, por quién deberías empezar a investigar, es tu familia"

"Giorgio" -El alfa hizo una ligera pausa, había notado que el beta no le miraba, y eso hizo que su lobo y todo en él se sintiera ansioso-. "¿Qué otra cosa ocurrió?"

La mano derecha del Zarín aclaró su garganta, no supo de dónde, pero tomó fuerza suficiente para mirarlo a los ojos.

"Le cortaron el cabello, está avergonzado por eso, dale al menos unos días"

"No puedo esperar tanto tiempo"

"Entonces hasta que dejes de oler a molestia y a Renzo, va a preocuparse por ambos y no creo que sea lo mejor para él en estos momentos"

"¿Qué crees que sea lo que necesite?"

"Conseguí el número de un terapeuta que va a ayudarle, necesito tu autorización para llamarlo, y el que prometas que no vas a tratar de investigar qué ocurrió o qué es lo que hable Alessandro con él"

"Tienes mi palabra" -Aunque sintió un ligero peso menos de encima, el bonito beta sintió también que un nudo se formaba en su estómago, estaba en contra de no decirle ni al Zar ni a Verner, pero no podía traicionar la confianza de su omega en esos momentos-. "Iré a visitar a mis primas, solo asegúrate de conseguir al doctor para hoy"

"¿Dónde está Renzo?"

"Viajó a terminar algo que él inició, aunque si Alexander quiere verlo, puedo hacer que vuelva"

"No, no es nada de eso, solo quería asegurarme que siguiera vivo" -El alfa elevó ligeramente las comisuras de sus labios mientras se colocaba su abrigo, y después miró atento al contrario-.

"Matarlo me traería más problemas que soluciones, si este problema con mi esposo no fuera tan importante, tú y yo hablaríamos de otras cosas, encárgate de eso, cuando encuentre al traidor hablaremos tú y yo"

Fata MafiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora