Una nueva semana inicio tanto como la pelinegra y su amigo no tenían ánimo de absolutamente nada. Ambos estaban quedándose dormidos en su clase de historia, pero la campana avisando la salida logró despertarlos.- Ya no puedo más en serio necesito mojar mi cara con agua fría porque no lograre estar despierto para las demás clases – se queja Max
- ¿Tienes en cuenta que apenas llevamos una materia? – bosteza cubriendo su rostro con sus manos
- Lo sé – murmura cansado – y ahorita nos toca con tu hombre – rueda sus ojos
- No es mi hombre – lo pellizca ocasionando un quejido por parte de su amigo
- Pero bien que quieres que sea – ríe alzando y bajando sus cejas
- Tonto – bufa – anda vamos a que mojes tu rostro y después por dulces para sobrevivir
- ¿No le puedes decir a tu hombre que no nos de clase? – suplica
- Maximiliano – le responde lentamente mirándolo serio
- Ok ya me cayo, pero, cuando sea tu hombre le dirás – ríe alejándose de su amiga para evitar ser golpeado nuevamente
Al ingresar al salón ya se encontraba Michael en su escritorio y unos cuantos alumnos ya que otros iban llegando como ellos.
Su clase se paso demasiado lenta, la mayoría de los alumnos se estaban aburriendo más de lo normal, pero en el fondo del salón estaba aquel par comiendo dulces e ignorando parte de la clase.
Una semana después de aquel tenso momento interrumpido, la atmósfera entre Charlotte y Michael seguía cargada de una energía intensa y no resuelta. Ambos intentaban retomar la normalidad, pero el eco de lo que casi sucedió resonaba en sus interacciones diarias.
- ¿Por qué no lo invitas a salir?
- Disculpa, ¿qué? – prácticamente grita Charlotte atrayendo a todos – lo siento – murmura sonrojada
- Por favor señorita Beltrán, silencio
- Lo siento profe – murmura apenada - ¿Qué tonterías andas diciendo? – habla bajo hacia su amigo
- ¿Por qué no te arriesgas y lo invitas a salir?
- ¿Por qué debería de hacerlo?
- Para quitarte las ganas que tienes que comértelo
- Maximiliano – le da un nuevo pellizco en su brazo – No estaría bien, es mi maestro
- Pero él también te trae ganas, ¿acaso no recuerdas lo que me dijiste que pasó en la enfermería?
- Habrá sido por el momento, no creo que él quiera eso – murmura desanimada – no otra vez
- Deja esos pensamientos a un lado – regaña enseguida al ver como la mirada de su amiga cambió – eres bonita y cualquiera se puede enamorar de ti, y si también un profesor, y eso que pasó no fue solo por el momento, deja de lado esas inseguridades
- Max, no puedo ir y simplemente decir que salgamos, no, no hay manera – responde segura cruzándose de brazos
Después de unos minutos de que el aula estuviera llena y el timbre sonara, el profesor Anderson empezó a entregar las calificaciones de examen realizado. Charlotte estaba nerviosa, estaba segura que pasaría, había estudiado y estaba ansiosa a la espera de la entrega del examen.
Anderson repartió los exámenes con expresión seria, deteniéndose en cada estudiante para entregar la evaluación con gesto neutro. Cuando llegó el turno de Charlotte, le entregó el examen dándole una mirada apesadumbrada. Charlotte tomó la hoja y miró rápidamente su nota, su rostro reflejó una mezcla de sorpresa y desilusión, dejando caer su cabeza encima de su mesa.
Después de entregar los exámenes, la clase continuo con normalidad explicando el ultimo tema para el examen final.
- ¿Cómo te fue? – pregunta Max al salir del salón
- No tan bien, tengo una nota mucho más baja de lo que esperaba y no se como le haré para alcanzar la calificación mínima
- Vamos, no puede ser tan malo, ¿Cuánto sacaste?
- 6, no es desastroso, pero para mis estándares es una gran decepción
- Vaya no te fue tan mal, creo la nota máxima fue 8 así que no te fue tan mal
- Lo sé, pero es frustrante, me esforcé mucho y aun así no lo logré
- Tranquila, no vas tan mal, con el examen final lograrás pasar – anima Max – oye – dice después de un momento en silencio – ¿no crees que la calificación fue por lo que pasó aquel día?
- ¿Qué día? – pregunta
- Ya sabes lo del beso – murmura
- No lo creo Max, recuerda que después de eso pasó lo de Ebba y...
Fue interrumpida por su amigo – Exacto – atina a decir – ese día, igual intento besarte
- Exacto, intento – hace énfasis en esa palabra – te recuerdo, literal pidió permiso para hacerlo y no sucedió y no volverá a suceder
- Eso es lo que tu quieres, pero, ¿qué es lo que él querrá?
- Max no creo que sea por eso, me ha estado evitando
- Obvio es por lo que pasó
- Bueno, no hay mucho que se pueda hacer, solo tendré que seguir estudiando y hacer lo mejor que pueda en el próximo examen, sino mi padre me matará y quedaré en ridículo frente a él
- Tienes razón, pero es difícil no pensar en eso
[...]
- Hola hija – dice Javier entrando a la habitación de su hija – Lottie necesito tu ayuda, como castigue a tu hermana ella no puede salir o llegar más tarde de lo normal
- ¿Qué necesito hacer? – pregunta quitando la vista de la computadora
- Necesito organizar una cena – suspira – será el cumpleaños de Leornad, ¿te acuerdas de él?
- Como no hacerlo pa – murmura – es tu mejor amigo
- Exacto hija – asiente – necesito tu ayuda para organizar la cena, será aquí en la casa, dime que necesitas y te daré la tarjeta de crédito, será para el viernes, así que organiza todo por favor
- Si, esta bien pa, organizaré la cena – supira con cansancio
- Gracias hija, suerte – sonríe y sale de ahí
- Genial, justo tenía que ser para él –
Charlotte trataba de estar tranquila con la situación que tendría que afrontar pronto. El realizar una cena para el amigo de su papá implicaba tener que verlo a él y esta segura que será un momento incomodo.
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Derecho al Amor
Teen FictionCharlotte siendo una estudiante de derecho, con mal desempeño en la materia de Leyes y su maestro, algo especial con ese tipo de alumnos, empiezan a convivir por la relación que tiene en la escuela, y porque es conocido de su padre. Con el paso del...