- ¿Por qué no haces lo que se te dice? ¿Qué no entiendes? Necesito esos papeles en el despacho para hoy.Esa es lo primero que Charlotte escucha al despertar. Con cansancio, se estira para quitar todo rastro de sueño y se levanta para iniciar su primer día de universidad. Toma su bata e ingresa al baño para ducharse. Después de 30 minutos, sale y se arregla para bajar a desayunar.
Al bajar, se encuentra con su papá hablando por celular y peleando con la otra persona que está del otro lado de la línea. Lo saluda con un asentimiento de cabeza, agarra una lechita de chocolate, una manzana y sale de su casa, rumbo a la universidad.
Cuando llega al instituto British, Max, su mejor amigo la recibe con los brazos abiertos y la llena de besos en la mejilla. Después de separarse de su amigo, sujeta con fuerza las correas de su mochila y camina hacia su aula donde tendría su primera clase. Solo observaba como Max hablaba y hablaba y ella no lo estaba escuchando ya que su mente estaba en otra cosa.
- ¿Si me estas escuchando? – pregunta Max agitando su mano frente a su amiga
- Perdón, estaba pensando en otras cosas
- ¿En qué? – pregunta con intriga
- En que no tengo idea de como le haré para pasar la materia del maestro Anderson
- Oh vamos, no es para tanto – anima su amigo – no vas tan mal – guarda silencio - ¿o sí? – muestra angustia en sus ojos
- Creo que no, con un 8 logró pasar este parcial
- ¿¡Qué?! – grita su amigo llamando la atención de todos – yo con un 6 pasó este parcial, Vamos, Charlotte , sabes que siempre te has destacado en tus estudios.
- Ebba y mi papá – gruñe
- Oh vamos, tendrías que ser la mejor, tu papá es abogado, el puede ayudarte
Charlotte se dejó caer pesadamente en la silla del salón, soltando un suspiro de frustración.
- Es que simplemente no logro entenderlo. Todas esas leyes, códigos y términos jurídicos me confunden. Siento que estoy hablando otro idioma.
- ¿Has intentado pedir ayuda a los profesores?
- Sí, lo he intentado, pero sigo sintiéndome perdida.
- Tranquila ya encontraremos alguna manera para que puedas pasar la materia, aunque sea con la mínima
- Ya que, no puedo pedir más, seria un milagro el que logre pasarla
- Y si pides una asesoría con Michael
- ¿Estas loco?, jamás, o sea si no le entiendo en clase en una particular menos
- Bueno eso sí, tienes razón, ya pensaremos – suspira
- Buenos días, siéntense y cállense – llega el maestro Anderson
- Mira ya llegó tu maestro favorito – ríe Max
- Los exámenes son la próxima semana, tienen trabajos que entregar si quieren salvar la materia, tendrán que esforzarse más en su siguiente trabajo – se acerca a su escritorio y empieza a nombrar a todos entregándoles sus trabajos – el próximo trabajo a entregar será una investigación
- ¿Un proyecto?, ¿En serio?
- Parece que sí – asiente Charlotte
- Aquí esta una lista sobre algunas sugerencias para su investigación, pueden elegir alguna de estas o proponer el suyo y tal vez se los apruebe – toma asiento en su escritorio – además quiero que consideren las implicaciones éticas de su caso y como las leyes pueden afectar de diversas formas, este proyecto no solo trata de aplicar sus conocimientos, sino también de desarrollar un sentido critico sobre las leyes
Charlotte deja de escuchar después de eso y recarga su cabeza en la mesa, dándose cuenta de la magnitud del desafío que tiene por delante.
La clase se llena de murmullos y el sonido de las hojas de papel siendo hojeadas junto con los murmullos de sus compañeros hacen que Charlotte tenga un dolor de cabeza, escucha como todos discuten sobre sus posibles casos para su proyecto y ella solo se esta mentalizando para lograr el trabajo.
El profesor de más joven en la universidad era, Michael Anderson y tenía el apodo de "profesor imbécil", claro por una razón, al ser joven todos pensarían que seria buena onda y ayudaría a sus alumnos, pero no, es uno de los abogados más jóvenes e importantes de la ciudad y por ende, es estricto y duro, tiene estándares altos para los estudiantes y desprecia a aquellos que fallan en alcanzar esos estándares. Para él, la flojera no era tolerable, y bueno, Charlotte no entraba en sus estándares pero tampoco estaba completamente fuera de ellos, acude a todas las clases, pero a menudo llega a fallar en completar sus tareas, por más que estudia y checa sus apuntes e investiga parece que no aprende nada y eso la frustra demasiado, agregándole que su papá también es uno de los abogados más importantes de la ciudad, y tiene la presión de ser la mejor en la carrera sin pretextos, porque debe dar el ejemplo, según su padre.
La posibilidad de que Anderson permita una flexibilidad era inexistente, el no ofrece nada a nadie.
- ¿Qué vas hacer? – pregunta Max saliendo de la clase – vi tu cara al escuchar las indicaciones
- No tengo idea – suspira caminando hacia la cafetería - ¿Qué debería hacer?
- Me gustaría ayudarte, pero es un trabajo pesado y no creo tener tiempo para ayudarte, lo siento – dice honestamente – podrías intentar que alguien de la clase te ayude, puedes pedirle favor a tu papá que te explique
- Sabes que para él, no existo, solo Ebba y si le pido ayuda se dará cuenta del fiasco que soy en la materia, deja tu la materia en toda la carrera
- ¿Y si le dices al maestro?
- Menos, sabes que conoce a mi papá y si le dice algo, estaré muerta
- ¿Qué te hace pensar que aun no le ha dicho nada sobre tu desempeño?
- Porque aún sigo viva – ríe
- Bueno amiga, suerte que lo necesitaras
- Hola Charlotte – llega alegre Mauricio – que han pensando hacer para el proyecto de Anderson
- Ay, ni me hablen de eso, no quiero saber nada de eso
- ¿Por qué? – dice Mauricio en dirección de Max
- Esta perdida en esa materia, necesita un 8 para pasar el parcial
- Te ofrecería mi ayuda, pero andamos igual o peor, lo siento
- No hay problema, ya veré que hago, adiós – sonrié y toma sus cosas alejándose de sus amigos
Se sentía abatida con un estado de ánimo por los suelos.
Todos alrededor de ella empezaron hablar de otras cosas y ella solo se desconectó y dejó de prestar atención.
Sus pensamientos viajaron hacia su maestro de leyes. Recordando la voz de su maestro, el color de sus ojos, la manera fría en la que se dirige hacia ellos, su manera fácil de expresarse y pasearse frente a todos explicando cada tema. Recordó también sus finos labios qué mordía entre sus dientes, tan llamativos, color cereza, tan deseables para ser explorados. No comprendió en que momento sus pensamientos tomaron ese rumbo, sus mejillas se pintaron.
Queriendo alejar esos pensamientos, decide regresar a su salón y ahí mismo esperar la próxima clase. Secretamente deseaba encontrarse con su profesor entre los pasillos, aunque en el fondo le cayera mal, no negaría que su maestro es atractivo.
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Derecho al Amor
Novela JuvenilCharlotte siendo una estudiante de derecho, con mal desempeño en la materia de Leyes y su maestro, algo especial con ese tipo de alumnos, empiezan a convivir por la relación que tiene en la escuela, y porque es conocido de su padre. Con el paso del...