La tarde caía sobre el campus universitario cuando Charlotte decidió abordar la situación de frente. Llamó a Michael y le propuso reunirse en su despacho después de clases para hablar. Él aceptó con una mezcla de curiosidad y cautela.Cuando Charlotte entró, la atmósfera estaba tensa, pero ambos estaban decididos a aclarar las cosas. Michael se puso de pie y cerró la puerta, creando un espacio íntimo para abordar sus complicadas emociones.
− Necesitamos hablar sobre lo que sucedió - comenzó Charlotte, su mirada encontrándose con la de Michael
Él asintió, preparándose para lo que vendría. Sabía que esa conversación era necesaria, aunque no estaba seguro de a donde los llevaría.
- Está claro que nuestras acciones han afectado la dinámica en clase y, sobre todo, la confianza entre nosotros - continuó Michael.
Charlotte no pudo evitar soltar una risa irónica. "Confianza", pensó para sí misma, recordando las últimas semanas.
− Michael, esto no debería haber sucedido - dijo Charlotte, su voz reflejando una mezcla de frustración y tristeza - Somos maestro y alumna. No podemos ignorar las implicaciones de esto
Michael asintió, reconociendo la validez de sus palabras - Lo sé, Charlotte, pero también debemos admitir que lo que sentimos no desaparecerá simplemente porque lo ignoremos
La tensión en la habitación era palpable. Ambos eran conscientes de las reglas y expectativas que romperían si continuaban por ese camino, pero la conexión entre ellos era innegable.
- He cometido errores – admite Michael
- ¿Qué propones? – pregunta ella, desafiante, pero con una chispa de curiosidad en su voz
- Propongo que hablemos abiertamente sobre esto - respondió Michael.
- ¿Realmente crees que algo bueno puede salir de esto? - dijo Charlotte con sarcasmo, su mirada fija en Michael.
− No lo sé, Charlotte. Pero al menos estoy dispuesto a enfrentar las consecuencias de mis acciones - respondió Michael, con un tono de resignación.
− Consecuencias que yo tendré que cargar también, ¿verdad? ¡Increíble! - exclamó Charlotte, sus ojos destellando enojo, levantándose de la silla
- Si solo vieras más allá de tu propia ira, quizás podrías comprender que esto no es fácil para mí tampoco - contraatacó Michael, su paciencia comenzando a desgastarse.
- ¿Mas allá de mi ira? – gruñe – tu idea de resolver las cosas es besarme y luego hablar de ello como si fuera una charla académica
La ira burbujeó en Michael, pero trató de controlarla. - No estoy tratando de minimizar lo que pasó - dijo. - Pero simplemente ignorar nuestros sentimientos no es una solución, Al menos lo estoy intentando, ¿O prefieres que simplemente ignoremos todo y sigamos como si nada hubiera pasado? - dijo, su tono lleno de sarcasmo
- No es tan simple, Charlotte. Hay límites y reglas por una razón – suspira pasando sus manos por su rostro - No entiendes lo que es estar en mi posición, soy tu maestro, pero también soy un ser humano con sentimientos
- No necesito tu justificación. Deberías haber pensado en eso antes de besarme - responde Charlotte, su tono lleno de desprecio
- Tal vez no debí haberlo hecho, pero eso no significa que lo que siento no sea real - dijo Michael, luchando por mantener la calma.
− ¿Real? ¡Por favor! No tienes ni idea de lo que es la realidad - exclamó Charlotte, sus palabras cortantes como cuchillos.
El despacho quedó en silencio por un momento, ambos respirando con dificultad después de la tormenta de palabras. La tensión era palpable.
- Solo estoy tratando de protegerte - dijo Max, su voz más suave pero igual de firme.
- Protegerme, ¿de qué?, ¿de tus propios impulsos? – contrataca con amargura
Michael mira a Charlotte con pesar en sus ojos, consciente de la gravedad de la situación.
- No se trata solo de impulsos, Charlotte. Hay mucho más en juego aquí. Nuestro bienestar emocional, tu reputación, mi carrera...
Charlotte ríe con ironía. - ¿Tu carrera? Eso es lo único que te preocupa, ¿verdad? ¿Qué pasará con tu trabajo como maestro si esto sale a la luz?
Michael suspira profundamente, tratando de encontrar las palabras adecuadas. - Claro que me preocupa mi carrera, pero también me importas, Charlotte. No quiero que sufras las consecuencias de mis errores.
- Esto no debería haber sucedido, Michael. Eres mi maestro, hay límites por una razón.
- Lo sé, Charlotte. Y no estoy tratando de justificar mis acciones. Solo quiero que entiendas que esto no es tan simple como parece. Las emociones son complicadas, y a veces las personas cometen errores.
Ella suspira, mostrando una mezcla de frustración y resignación.
- No sé cómo enfrentar esto, Michael. No puedo simplemente ignorar lo que pasó, pero tampoco sé cómo lidiar con las consecuencias.
A medida que la habitación se llenaba con un tenso silencio, Michael y Charlotte parecían darse cuenta de la magnitud de las palabras que habían intercambiado. El aire estaba cargado con la electricidad de la confrontación, pero también con la posibilidad de un entendimiento más profundo.
− ¿Realmente crees que podremos superar todo esto? - preguntó Charlotte
El tono de sus voces cambió, adoptando una calma que contrastaba con la tormenta verbal anterior. Se miraron mutuamente, reconociendo las heridas, pero también la conexión que seguía presente.
- Esto no cambiarán el hecho de que eres mi maestro – recuerda Charlotte
- Lo sé, y entiendo lo que implica – asintió – pero también entiendo que lo que siento por ti no lo puedo olvidar
Una pausa incómoda se instaló en la habitación mientras ambos procesaban lo que estaban diciendo. La realidad de su situación era innegable, pero también lo era la chispa de conexión que había surgido.
- ¿Qué propones? – pregunta Charlotte calmada
- Que dejemos de lado todas las etiquetas y las expectativas – sugiere Michael – no podemos seguir ignorando lo que sentimos, pero podemos hacer algo al respecto
- O sea... - duda ella
- O sea que podemos intentar vivir en el ahora, enfrentar lo que venga sin negar lo que somos para el otro – empieza a explicar – y eso quiere decir que deberemos enfrentar todo lo que se venga
Charlotte se quedó en silencio por un momento, sopesando las palabras de Michael. Había sinceridad en su voz, y aunque la situación era complicada, también sentía una extraña esperanza.
- No sé si esto vaya a funcionar – responde sincera – pero quiero intentarlo
- Con eso tengo – sonríe reflejando alivio
Ambos se miraron, reconociendo que estaban tomando una decisión arriesgada pero conscientes de que, al menos en ese momento, querían enfrentar el futuro juntos. La puerta entreabierta hacia lo desconocido se cerró detrás de ellos mientras se dirigían hacia un territorio incierto, pero al menos lo hacían juntos.
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Derecho al Amor
Teen FictionCharlotte siendo una estudiante de derecho, con mal desempeño en la materia de Leyes y su maestro, algo especial con ese tipo de alumnos, empiezan a convivir por la relación que tiene en la escuela, y porque es conocido de su padre. Con el paso del...