PERO, ¿CÓMO?

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-  Deberías sentirte orgulloso de que una de tus hijas estudia Derecho, ya tendrás quien te apoye, ¿ya le falta poco para recibirse? – pregunta Leonard Anderson amigo del papá de las chicas

- Claro, espero mucho de ella, tiene un gran potencial, ha sido una alumna destacada en su generación

- ¿Tienes pensando especializarte en algo?

− Aun no sé cuál, tengo dudas, pero ya iré investigando con mi papá cual es la que mejor me conviene – responde amable

− Buenas noches disculpen - escuchan las chicas a sus espaldas y Ebba voltea rápidamente

− Hijo, por fin – saluda poniéndose de pie – Chicas les presento a mi hijo, Michael Anderson, creo ya lo conocen 

− Mucho gust... vaya hola señorita Beltrán

- ¿La conoces? – pregunta Ebba con un tono de celos

− Es mi alumna – responde – Es un gusto verte por aquí señorita – da un asentimiento de cabeza – Javier, hola

- Hola Michael toma asiento – señala el espacio vacío a un lado de Charlotte 

Charlotte sintió que dejó de respirar en el segundo en que sintió el toque que su maestro le dio en su hombro al momento de sentarse.

La cena inició minutos después, todos en la mesa estaban hablando, a excepción de Charlotte y de su maestro qué solamente respondía con asentimiento de cabeza a lo que su padre decía.

- ¿Por qué no sabía que eras hijo del licenciado Beltrán?

- No es algo que ande divulgando a todo el mundo – voltea a verlo – yo ya sabía que era hijo de uno de los mejores amigos de mi padre

- No me sorprende porque elegiste esa carrera, tienes quien te apoye – murmura

- Esta equivocado, no recibo su ayuda

- Javier, ¿me permite bailar con su hija? – pregunta sorprendiendo a los demás

- Oh, calor, si ella gusta – comenta y vuelve a su platica antes de ser interrumpido

- ¿Vamos? – pregunta viéndola con una mirada fría

- No se bailar, se lo advierto

- Es sencillo – comenta y guía a la chica a la pista de baile

Ambos se dejan llevar por la canción, sign of the times de Harry Styles estaba de fondo, siendo solamente la pista la qué se escuchara y no la voz, del cantante.

- ¿Puedo preguntar algo? – dice Charlotte caminando por el jardín del restaurante

- Claro - responde su maestro

- ¿Cuántos años tiene?

- Que directa - ríe bajo - tengo veintiocho años

- ¿No cree que es bastante joven para ser maestro?

- Me gradué joven de la universidad y de mi maestría, y preferí enseñar a trabajar con mi padre

- ¿Por qué? - vuelve a cuestionar

- Anda muy preguntona hoy – responde serio – deberías ser así en clase – comenta haciendo sonrojar a la chica de vergüenza

- Disculpe, no quería ser entrometida – logra decir dando la media vuelta con intensión de regresar a la mesa, pero es detenida por un fuerte agarre

- No me gusta hablar sobre mi vida privada y menos con una alumna – dice con una mirada fría - ¿bebes? – pregunta cambiando el tema

- No me gusta, ¿y a usted?

- Digamos que solo en este tipo de eventos - responde después de darle un trago a la copa

La noche la pasaron comentando sobre cosas de la escuela, el trato que tienen sus papás. Anderson ya había bebido alrededor de cinco copas, y Charlotte creía que ya era suficiente pero tampoco le podía decir nada, ya que él era un adulto y ella no era nadie para impedirle algo.

- Si sigue bebiendo así, mañana tendrá resaca

- No importa

- Tiene clases que dar

- Ahí estaré a primera hora, no importa que este de mal humor por el dolor de cabeza

- Eso no será raro en usted – murmura para evitar que la escucharan

- Charlotte – grita Ebba llamando su atención – es hora de irnos – avisa y regresa adentro

- Es hora de irnos hija – dice su padre cuando llegan – Michael, hasta luego

- Hasta luego Javier – estrechan la mano en modo de despedida

- Hasta luego señor Anderson – se despide Charlotte – adiós profe hasta mañana.

El camino hacia su casa fue silencioso, los tres ya iban lo suficientemente cansados como para decir algo. Cuando llegaron a su casa, cada quien fue directo a su habitación. Charlotte simplemente se quitó su vestido y el maquillaje, colocándose una playera que le quedaba grande y la usaba como pijama y se acostó a dormir sin importar algo más.

[...]

El vibrar de su celular la despertó, era demasiado insistente aquel sonido, que de mal manera contesto la llamada.

- Joder – murmura con voz ronca - ¿Por qué tanta insistencia? ¿Por qué no dejan dormir?

− Lottie – habla desesperado y aliviado Max del otro lado de la línea - ¿Dónde carajos andas?

− Durmiendo, en la comodidad de mi cama – dice obvio - ¿Puedes dejarme dormir y lo que sea que me quieras decir lo puedes decir al rato en la universidad?

- Lottie son las diez y media de la mañana, te he...

- ¿Qué?, ¿Las diez? Joder – murmura desesperada – Nos vemos en la escuela tengo que alistarme – dice y corta la llamada

Corre directo a su baño para tomar una ducha rápida y quitar todo rastro de sueño. Al arreglarse decir por vestirse con unos pants flojos color negro al igual que la sudadera, se coloca sus vans, toma su mochila y sale corriendo de su casa directo a la universidad. Manejo de manera rápida sin importarle que le llegue alguna inflación por pasarse algunos altos.

- Llegué – dice con la respiración rápida entrando al salón

- Por fin, pensé que te había pasado algo – dice Max - ¿por qué llegaste tarde? Te perdiste las primeras horas de clase, entre ellas las de Anderson – habla rápido – estuvo toda la clase viendo directamente hacia tu lugar y preguntó porque no estabas, fue bastante raro, vi a tu hermana y no a ti

- Joder – murmura

- Cuenta

- No mucho, solo ayer llegue tarde a mi casa porque fuimos a una cena de trabajo con mi papá – omite la parte donde estuvo hablando y bailando toda la noche con su profesor

- Espero y ya hayas avanzado con el proyecto de su clase, porque dijo que lo quiere para mañana, ya que la próxima semana hará un examen de evaluación, no será el real, pero si contara para la calificación – informa

- Estoy muerta, no he avanzado mucho ya que ayer salí

- Bueno tendrás toda la tarde de hoy

- ¿Crees que alguien ya lo haya terminado?

- No creo, vi el rostro de terror de todos, tal vez algunos les falté poco, pero no terminado al cien, solo llevamos cuatro días

- Bueno, tendré que tomar mucho café

-¿Empezamos ahora? – pregunta – vamos a la cafetería

Derecho al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora