—¿Porqué extravagante...? Lutz apretó sus cejas.
—Hoy en la noche es la celebración por la sucesión del nuevo Jefe de Estado de la capital de Phiacome. Lucian Cavalier.
—...y esa persona que tiene que ver con nosotros...
—Porque Lucian es prácticamente el medio hermano de tu padre, hijo bastardo del segundo matrimonio de tu querida abuela desterrada. Si no le hubieran quitado su apellido por traición, como dijo una de las entidades, su nombre completo habría sido Lucian Cavalier Stroblack. Pero eso es un secreto que esa familia llevará a la tumba.
—¡Qué!, ¿¡Porqué recién me estoy enterando de esto!?—. Lutz giró su torso que aún se hallaba descubierto en el incómodo asiento del copiloto para increpar a Dimas, pero el roce de su cinturón de seguridad rasgó sus recientes heridas. Con un gruñido de dolor en su voz, lo cuestionó—. ¿¡Tu también lo sabías!?
—¡Oye, oye, cálmate! ¡Yo también me acabo de almorzar todo esto! —Dimas rápidamente contestó, extendiendo su brazo en señal de que no se moviera más—. Nils parece que se ha guardado algunas cosas todos estos años...¡Ey! Por favor, no me manches el asiento...—le rogó con cara de sufrimiento. Sacó varios pañuelos de la guantera del auto y se las lanzó; y a Arya, que estaba callada en la parte de atrás, le entregó algunos en sus manos para que se limpiara la sangre que tenía en su rostro de la misma manera.
—Ahora entiendo por qué Nils actuaba tan raro en la mansión cuando las entidades mencionaron a esta supuesta abuela de la que recién me entero...—empezó recopilar todo lo que sucedió y a atar cabos mientras se limpiaba el exceso de sangre—. Él tenía conocimiento de donde estaba todo el tiempo y pretendió no saberlo, porque sabía de antemano el caos que se iba a desencadenar...
—Igual eso no se pudo evitar, ¡Mira como terminaste por escapar por la puerta trasera!
—¡Cierra la boca!
—¡Genial! Ahora aparte de los escuadrones de defensa, se nos ha sumado media familia Stroblack al acecho de la pequeña ladrona que tenemos atrás—. Dimas vió a Arya por el retrovisor para divertirse con su cara de confusión.
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Tienes algo que me pertenece
FantasyEscondida. Arya rozó fuertemente sus ojos con sus dedos para asegurarse de que no estaba imaginándose cosas y volvió a mirar. Definitivamente era una persona. Un hombre. ¿¡Qué demonios hacía una persona en medio del bosque en toque de queda!? Parecí...