Escondida. Arya rozó fuertemente sus ojos con sus dedos para asegurarse de que no estaba imaginándose cosas y volvió a mirar.
Definitivamente era una persona. Un hombre. ¿¡Qué demonios hacía una persona en medio del bosque en toque de queda!?
Parecí...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lutz gritó a todo lo que sus pulmones pudieron permitirle, sin percatarse que aquel inconsciente arrebato de rabia había revelado su ubicación a los ojos del Dragón, cuya ocupada mirada se transformó en una afilada flecha lista para propinarse hacia su blanco.
Además, para su infortunio, la prenda superior color azul que llevaba puesta, delató aún más su refugio, distinguiéndolo fácilmente entre las hojas del árbol que lo escondía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
«Mierda, estoy muerto... -lamentó con sumo arrepentimiento, mientras su cuerpo empezaba a generar adrenalina».
En ese instante; sin darle tiempo a pestañear, el Dragón sin ninguna piedad le restó unas cuantas balas de las muchas que estaban a la espera de matar a los mellizos y se las envió a Lutz a una inmensurable velocidad.
El, en esa fracción de segundo, tuvo que alinear cada uno de sus sentidos, activar a su máxima potencia tantos años de entrenamiento, y más que nada, controlar su ansiedad porque le tocaría improvisar, ya que la finalidad de tantos años de enseñanzas junto a su entrenador nunca fue, ni siquiera en su imaginación, enfrentar directamente a la entidad que supuestamente estaba destinada a vivir en su cuerpo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A temprana edad y motivado por la venganza, el entrenamiento para Lutz se había convertido en su más sagrada doctrina. No se detenía desde que abría sus ojos grises y se reflejaba en ellos el sol de la mañana, hasta que caía exhausto en cualquier parte a altas horas de la madrugada para después al día siguiente volverlo a repetir.