Un pequeño golpe

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Era tu primer día en este lugar, ¿será bueno? ¿será malo?, te habías mudado a la ciudad donde estaban tus antiguos amigos y familia, solo para conocer lo "nuevo" del lugar y hacer nuevas amistades, eras una chica muy joven de 26 años, ya tenias casi todo en tu mano, tus estudios iban muy bien y tu familia estaba sana, en otra ciudad, pero bien, en eso vas a la vieja casa que tenias con tu familia hace muchos años, entraste en ella viendo lo vieja y sucia que estaba, decidiste acomodar las cosas limpiar y ordenar, poner todo en su lugar y decorar con tus cosas, lo único que faltaba era pintar, ya que el color de la casa estaba ya desgastado.

No recordabas bien el lugar asique tuviste que buscar tu sola un lugar donde comprar pintura, buscaste por varios lados hasta encontrar un local muy escondido, compraste una lata de pintura y te fuiste devuelta a tu casa feliz de la vida, mientras ibas caminando un chico de sombrero café y abrigo rojo iba corriendo hacia a ti, este te golpea el hombro con el de el por accidente y sigue corriendo, tu te quejas diciendo un mal comentario, sigues tu camino y ves a unos policías que también pasaron corriendo por tu lado, tu confundida sigues tu camino pensando porque hay tanto alboroto, decides acercarte a una señora que estaba algo agitada y sorprendida a la vez.

- disculpe, ¿Qué esta pasando porque hay tanto alboroto aquí?

- no es nada niña, solo persiguen a Wonka, otra vez

- Wonka? ¿Quién es el?

- un nene que se dedica al chocolate, le tienen prohibido dar chocolates, pero el lo hace igual -la señora pega un suspiro-

- oh...gracias señora

- no es nada niña, tu sigue con lo tuyo y no te preocupes por eso

Te despides de la señora y llegas a tu casa, abres la puerta y como aquella casa tenia segundo piso decides subir tus cosas y ponerlas en la cama vieja, llegas con las cosas al cuarto y pegas un grito soltando todo de un salto, en eso te das cuenta que es el famosísimo Wonka sentado en tu cama con la mesita que estaba al lado llena de cosas, alzas una ceja algo confundida preguntándole que hacia el adentro de tu casa.

- ¿y tú que haces aquí en mi casa?

- ¿oh? Señorita... ¿es su casa? Discúlpeme, siempre vengo a esconderme aquí porque ... ¿espera? ¿Eres la chica a quien golpee por accidente?

- ah... si... no importa, lo que importa es que salgas de mi casa ahora.

- pero si esta casa ah estado abandonado por años

- es de mi familia, hace años vivimos aquí y después nos mudamos a un lugar mejor

- ¿y porque estás aquí? Si se mudaron a otro lugar

- y que te importa a ti mejor vete

- no por favor no quiero pagar de nuevo una multa por esto. Ya ni dinero tengo

- ¿no tienes dinero?

- noup

- ¿y todo eso que pusiste en la mesita?

- oh... ¿eso? Pues lo saque de mi sombrero

- ¿Qué bromeas? -Ríes-

- Nop, no bromeo

El chico toma su sombrero y mete las cosas de vuelta, tu algo sorprendida lo vez tratando de analizar lo que acaba de pasar, Wonka termina de meter sus cosas y se pone el sombrero de vuelta, te mira con una leve sonrisa tomando sus cosas.

- bueno, yo me tengo que ir

- ¿A-hh dónde vas?

- buena pregunta...

- ¿Qué no tienes hogar o qué oh no lo sé familia?

Wonka se queda callado mirando a la nada, carraspea y decide bajar las escaleras ignorando la pregunta, en eso tú te das cuenta y decide ir a buscarlo para pedirle perdón por tu pregunta.

- Hey¡¡ espera, perdón por preguntar apenas se de tu vida okey?

- no te preocupes... -carraspea nuevamente-

- pero, ¿por lo menos tienes donde quedarte?

- uhm... no aun, estoy buscando un lugar, usaba esta vieja casa para dormir, pero estas tu asique tengo que buscar otro lugar, asique con permiso señorita.

Le tapas la pasada ofreciéndole que se quede, solo por ser amable y porque sentiste algo de lastima y pena por él, no querías parecer mala por hacer eso pero tú le insististe, Wonka se negaba y se negaba y tu no paraste hasta que digiera que sí, también querías que se quedara para no sentirte sola, era raro que un desconocido se quedara en tu hogar pero el la cara del chicho veías lo bueno y amable que era, sabias que seria bueno que se quedara, después de insistirle tanto Wonka acepto todo frustrado ya que no parabas, sonreíste mirándolo a los ojos.

- ¡Mucha gracias ¡

- solo lo dije para que pararas de insistir

- ahora tendrás que ayudarme a ordenar y pintar

- ¡que yo que! ¡Yo me dedico hacer chocolates no a pintar!


espero les guste! seguiré solo si les gusta.

Hasta el ultimo chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora