NEAL
Le cogí de la mano con fuerza para subir a su habitación ,que estaba al lado de la mía.
Subimos corriendo por las escaleras, y casi se cae. La cogí al instante:tenía muy buenos reflejos.-¡Joder Sofía! Ten más cuidado o tus piernitas de porcelana se romperán fugazmente- bromeé con una sonrisa de idiota en mis labios.
- ¡Casi me caigo cabrón!- soltó ella molesta y mirándome con esos ojos preciosos que valían millones.
-Menos mal que me lo has dicho, eh- me reí mirando su mueca de enfado.
-¡Ni puta gracia!- dijo mientras bajaba las escaleras rápidamente, cogía sus maletas e iba dirección al ascensor.
Fui tras ella y le cogí del brazo empujandole hacia mi pecho.
Era más preciosa aún cuando la veías de cerca. Esos ojazos iluminaron al ver mis ojos que brillaban por deseo de besarla.
Se que mentí diciendo que no me gustaba en lo absoluto. Pero no quería recordar que pasó entre nosotros aquel día.
Todos esos días. Ella llorando desconsolada sobre mis brazos por el engaño que recibió de mi hermano y su mejor amiga.
Hasta que pasó. Nos besamos.
Y ocurrió lo que ocurrió...
Estuvimos unos días siendo felices juntos, la veía feliz y yo lo era...
Hasta ue un día me dijo lo que me rompió el corazón...-No podemos seguir juntos, nn...- me quede petrificado- lo siento mucho nn...-dijo mientras lágrimas rodaban por sus mejillas.
-Sabía que esto iba a pasar... sigues siendo igual de zorra, como siempre- le dije furioso y con rabia.
-No me llames así nn...-dijo mientras bajaba la cabeza hacía el suelo.
-No me vuelvas a llamar nn.- dije cortante desviando la mirada hacia la pared de nuestro apartamento-
-pero... nunca te ha molestado que te llamará nn... creía que te gustaba que te llamase así...- dijo entre sollozos.
- mi chica, mi morenita, me llamaba así... tu no lo eres.- dije sabiendo cuánto le dolería igual que a mí...
Justo algo me devolvió ala realidad y me hizo sacar de mis pensamientos.
Sofía estaba llorando.
La miré preocupado.
-Que te pasa morenita?- dijé sin darme cuenta de cómo la llamé y se giró hacia mí. Tenía los ojos rojos, la nariz roja y temblaba sin cesar.
Se dejó caer entre mis brazos y un pinchazo de miedo me recorrió la médula espinal.-te hice daño Neal...mucho daño...-dijo y se puso a llorar otra vez. Me había manchado de lágrimas mi camisa de Saint Laurent pero no pudo importarme menos. Tenía que calmar a mi morenita...
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𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒆𝒎𝒑𝒆𝒛𝒐́ 𝒂 𝒈𝒊𝒓𝒂𝒓 𝒆𝒏𝒕𝒐𝒓𝒏𝒐 𝒂 𝒕𝒊
RomanceSofía Dasen tiene que mudarse desde Australia a Estados Unidos por la universidad. Las cosas parecen ir bien pero tenía que vivir con ellos. El tipico niño pesado pero guapo, Neal Armstrong. Y su hermano mayor, William Armstrong. Pronto Sofía y uno...