𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒆𝒎𝒑𝒆𝒛𝒐́ 𝒂 𝒈𝒊𝒓𝒂𝒓 𝒆𝒏𝒕𝒐𝒓𝒏𝒐 𝒂 𝒕𝒊

Capítulo 3

NEAL

Mi vida siempre fue muy normal, hasta que me dijeron que la hija del mismísimo Jack Dasen  iba a venir a vivir a nuestra casa. Sofía Dasen iba a venir aquí.

Por una parte me emocioné porque, siendo sinceros, estaba de puta madre. Joder, ese pelo marrón, cayendo por sus hombros resplandecientes, ese cuerpazo, y encima ese trasero...
pero lo mejor eran esos ojazos.
Esos ojazos hipnotizaban a cualquiera que la mirasen; color miel, esa chica estaba para comersela de una.

Pero volviendo al tema...
Por otra parte no me ocasionaba ninguna gracia volver a verla.
Es que, ¿quien quiere volver a ver a esa chica que tu puto hermano le ocasionó tanto daño? Yo no, la verdad.
Mi hermano era su exnovio. Tuvieron una relación pública, que muchos fanáticos echaban de menos. Mi hermano era un actor muy famoso, y por otra parte, Sofía Dasen era la influencer más seguida de América.

Estaba seguro de que mis amigos se estaban poniendo guapísimos hoy para que captar su atención.
Siendo muy sincero, me daba igual.
Yo no quería nada con ella, no quería ser un perrito que iba tras ella como todos los demás chicos. Además, yo tenía novia, Cherill Blossom, era la capitana de las animadoras, y yo era el capitán de fútbol.

Justo cuando estaba pensando en Sofía, alguien me movió suavemente por el hombro, cosa que me molesto y hizo que abriera los ojos lentamente por la luz que entraba por el gran ventanal que, al parecer, mi madre había iluminado.

- ¡Buenos Días cielo!- dijo ella alegremente- Levanta y ponte algo formal que ya va a llegar!

Solté un gruñido molesto, y justo alguien llamó al timbre de nuestra inmensa casa.
Me levanté rápidamente e hice caso a mi madre.
Me puse unos vaqueros negros con mi camisa blanca de Saint Laurent.
Bajé a toda prisa y justo ella entró por la puerta.
Me quede paralizado.
Estaba preciosa:llevaba una blusa blanca con unos pantalones de pitillo negros. Sus ojos magníficos se fijaron en mi y me tensé de inmediato.

-Hola Neal- dijo con una sonrisa deslumbrante en su magnífico rostro.

-Hola Sofía- dije medio cortante y vi  que se sorprendió por mi tono de voz.
Mierda.