Capítulo 9

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NEAL

No se que le pasaba a Sofía, de un momento a otro estaba de diferentes estados... Cuando me cerró la puerta en la cara me enfadó muchísimo. Tenía que olvidarme de ella, y por eso, llamé a Cherill para que viniera a casa y...

Llegó 20 minutos después en su descapotable rojo.
Eran las 4 y 20 de la madrugada y, según yo, todos estaban dormidos.

Y digo según yo, porque después apareció mi morenilla por aquella puerta. Aunque siempre quería verla, esa era una de las únicas veces que no.

Me puse nervioso en cuanto la vi.
Vi su cara mientras Cherill me besaba y yo estaba en el hueco de su cuello también besandola. Ahí supe que la había cagado pero bien. Sof iba con un pijama negro y su pelo recogido con una pinza blanca con diseños de mármol. Su cara estaba pálida y llevaba unas ligeras ojeras, estaba preciosa como siempre, sin maquillaje o con maquillaje. En su rostro también vi preocupación, dolor, mucho dolor.
Ahí es cuando sentí miedo, nunca había sentido miedo, nunca. Sentí muchísimo miedo de... perderla. Sabía cuanto le había afectado lo de mi hermano, y yo, acababa de hacer lo mismo.

-Sof...- empezé a decir quitando a cherill.

-¡NO! ¡NO TE QUIERO ESCUCHAR!- me gritó de sopetón mientras daba un portazo.

-Siempre me tiene que quitar todo la tipeja- dijo cherill con cara de asco.

-Cherill será mejor que te vayas- le dije poniéndome mis calzoncillos y mis pantalones de pijama grises.

- Pues si, mejor me voy. No te quiero ver la cara.- dijo enfadada y acto seguido también cerró de un portazo.
Joder. Me iban a romper la puerta.

Una vez me lavé la cara rápidamente, fui en busca de mi morenita preferida.

Fui a su habitación y no estaba, después la busque por toda la casa pero no estaba, decidí salir al jardín y a la terraza, y la vi.
Estaba en la terraza amplia que estaba un piso más arriba que la piscina. También, estaba llorando desconsoladamente mientras un brazo fuerte la agarraba por la cintura y la envolvía entre sus brazos. Cuando vi eso me alarmé y mis celos empezaron a brotar.
Fui dando zancadas hacia ellos y vi que lo conocía. Lo conocía muy bien,
Jeremy Molys. Ese capullo sólo jugaba con las chicas, y eso me ponía de los nervios. Más de una vez nos habíamos peleado a puños. Primero me vio el, ya que Sofía estaba con los ojos cerrados sobre su hombro. Cuando los dos le miramos el capullo de Jeremy le acarició el pelo para que abriera los ojos. Eso me hizo que ardieron de celos, la verdad. Cuando ella le miró primero a él sonrió y él le indicó con la cara para que mirara hacia mi.
Cuando me vio se tenso y se levantó de un salto.

-Sofía... dejame explicártelo.

-No hace falta que me expliques nada, no somos novios y no lo seremos, porque ya he visto que eres igual que a tu hermano...- dijo bajando la voz en las últimas palabras. Agachó la cabeza y se volvió a sentar dejándose caer en el regazo de Jeremy. Puto gilipollas.

-Sof...

-Desaparece de mi vista Neal.
Eso me enfureció más aún, por lo que cogí a Sofía de la cintura y la colge por mi hombro.

-¡Eh, sueltame capullo!- protestó dando pataditas contra mi pecho.
-¿Sabes que Neal?- dijo de repente mientras miraba fijamente al capullo que tenía delante.
No le respondí por lo que volvió a hablar.

-Neaaal.

-¿Qué pasa sof?- pregunté extrañado por su cambio de humor. Dejó de darme paradinas y empezó a hablar de cosas sin sentido y sin fin. Me dio gracia pero, ahí fue cuando caí en la cuenta de que pasaba. El puto capullo la había drogado.

-¿Qué le has dado?- le pregunté con voz cortante y los ojos clavados en él como cuchilladas.

-Nada...

Entonces deje a Sofía sentada en una hamaca y primero protestó, pero después empezó a cantar.

-¡QUE LE HAS DADO HIJO DE PUTA!- lo cogí de la camiseta y por la cara que puso, descifre que me tenía miedo. Normal, era un completo monstruo ala hora de estar enfadado. Sólo cuando eran personas muy queridas para mí, no les hablaba tan mal y no usaba violencia. Y eso solo pasaba con una personita enanita y morenita.

-Le he puesto... burundanga.
Lo solté de la camisa y le solté un puñetazo en la cara.

-¡Joder! Sal de mi vista si no quieres que te meta otra ostia pero peor.- se fue corriendo y yo fui hacia Sofía.
Se había dormido. La llevé a la cama y le dejé una pastilla y un poco de agua si se levantaba.

Y también una nota.

Acto seguido me fui a mi cuarto y empecé a hacer mi maleta.
Me iba ir una temporada de la casa para que Sof estuviera más cómoda.
Me iba a quedar en la casa de Jack.

 𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒆𝒎𝒑𝒆𝒛𝒐́ 𝒂 𝒈𝒊𝒓𝒂𝒓 𝒆𝒏𝒕𝒐𝒓𝒏𝒐 𝒂 𝒕𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora