DOS

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Vistas perfectas.

Eran las siete y media de la mañana, no podía dormir, seguía pensando en esas caderas amplias en ese vestido negro, mire mi iPhone, era hora de sacar la basura, una de las tareas que mamá había dejado para mi estas vacaciones mientras no estaba.

Suspire mientras me levantaba de la cama, estaba haciendo frío, lo que me sorprendió en una mañana de verano, como acostumbraba abrí las cortinas color azul oscuro que se deslizaban tapando la ventana.

-No puede ser.- Me dije mientras pasaba mi mano por mi cuenta, era ella, pero ahora la veía desde mi ventana, se encontraba haciendo algo de ejercicio en su habitación. Me quedo hipnotizado siguiendo cada movimiento dirigido por su cuerpo, me estaba volviendo loco.

De un momento a otro sonó mi iPhone sacándome de la hipnosis, lo tome rápidamente y conteste.

-¿Hola?-

-Hola Luke, hablas con Logan.-

-Hola Logan, ¿Qué sucede?- Dije mientras devolvía la mirada hacia la ventana de la chica sexy, me sorprendió, ya que no se encontraba allí.

-¿Qué harás estás vacaciones, bro? Estaba pensando en que saliéramos con Marion y Megan, ¿Qué opinas?- Dijo Logan, mi mejor amigo, su vida era totalmente opuesta a la mía, divertida, muchas fiestas, muchas chicas, todo lo que cualquiera de su edad quería.

-Hm, no lo sé, estas vacaciones tengo mucho que hacer además, sabes lo que sucedió con Megan. Deberías salir solo con tu novia, tal vez pase lo que tu y yo sabemos.- Le dije, tomando una excusa para no salir de casa.

-Sabes, tienes razón.- Dijo Logan, y ambos nos hechamos a reír.

Terminamos de conversar, la verdad yo no tenía nada que hacer estas vacaciones, sólo algunas tareas que me había dejado mamá, nada más, pero no pensaba perder de vista a aquella chica sin al menos saber su nombre.

Antes de salir a sacar la basura, tome una ducha, dejando caer el agua tibia sobre mi cuerpo, al terminar envolví mi cintura para abajo con la toalla, camine hacia el cuarto, tome unos jeans rotos en las rodillas, una camisa a cuadros estilo vaquero, unas converse rojas y una chaqueta de jean, me cambie y me encamine a la salida de mi casa, saque las llaves y la basura.

Tenía hambre, me dirigí a una tienda cercana, a comprar una bebida y algunos snacks, pague, y me encamine a casa, pase por el frente de la casa de la chica que hace poco observaba.

-Maldita sea, debe ser una broma.- Me maldije mil y una vez, tenía novio, como no pude imaginarmelo, esa hermosa chica, que parecía modelo no podía estar sola.

Me quede observando un momento como aquel hombre la tenia en sus brazos y ella a el.

Debía admitirlo, sentía celos, y ni si quiera la conocía.

Estaba volviéndome loco.

Amor PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora