Compañeros •|SukuFushi|•[OMEGAVERSE]

9.

Durante lo que restó del día Yuji se mantuvo inquieto, un poco dudoso pero con algunos cabos atados.

Lo indiscutible; Megumi, su amigo Megumi Fushiguro era un omega.

Lo que estaba en duda; ¿su gemelo había hecho algo para molestarlo? 

Sabía de antemano que Sukuna era una persona intratable. Era un horror convivir junto a él así que Yuji tenía sus sospechas sobre lo que había sucedido.

¿Acaso su hermano había acosado al omega o una cosa así?

Su mente no lo dejó en paz, ni siquiera pudo concentrarse en clases, bueno, nunca podía en realidad pero ese no era el punto.

Así llegó hasta la tarde y luego de su última clase fue directo a por su hermano.

—¡Sukunaa!.— gritó desde el pasillo inicial, por supuesto llamando la atención de todos los presentes.

El nombrado lo vio de reojo e inmediatamente se dió la vuelta para regresar por dónde vino.

No tenía tiempo para hablar con su mocoso hermano.

—¡Oye, Sukuna te estoy hablando!.— Yuji no hiba a darse por vencido. No cuando posiblemente el honor de su amigo había sido machacado. —¡No huyas cobarde!

Y oh, Sukuna se detuvo en seco. Con las manos hechas puño y el entrecejo fruncido, volteó.

En ese momento el aire se volvió escaso, se respiraba tensión y el pasillo quedó en silencio. Nadie se movió, nadie habló e incluso algunos aguantaron la respiración un par de segundos.

—Repite lo que has dicho, pedazo alimaña.— dijo con voz gélida

Pero Yuji no se amedrentó y caminó hacía él con evidente molestia.

—¿Qué le hiciste a Fushiguro?.— preguntó plantandose frente a él

—¿Qué?

—Dije: ¿Qué le hiciste a Fushiguro?

—¿Por que mierda crees que le he hecho algo?.— la mueca de Sukuna denotaba más confusión que molestia ahora —¿Y ustedes que ven, curiositos? Metan sus narices en otro lado.

Y en menos de un minuto todos volvieron a transitar.

—¿Y bien?.— se volvió a Yuji —Porqué dices eso, ¿le pasó algo al mocoso?

Aún tenía el seño fruncido pero no se le notaba molesto. Su postura era más bien relajada, tal vez un poco ansiosa con las manos metidas en las bolsas del pantalón.

—No...

—¡¿Ahh?! Entonces por qué tanto puto escándalo.— ahora sí estaba molesto, muy molesto.

—¡No! ¡Lo que quise decir es que... Es que si le haces algo a Fushiguro...

Ni siquiera pudo terminar cuando Sukuna le soltó un zape.

—Por cierto...— volvió a su estado anterior, con las manos en las bolsas —¿Sabes con quién salió Fushiguro Megumi ayer?

—Umm, con Jumpei, creo...— respondió este sobándose la cabeza con una mano —¿Por qué?

—Qué te importa, mocoso metiche.— y sin más se dió la vuelta.

Por supuesto no le diría a su mocoso hermano que la noche anterior un delicioso olor le hizo entrar en celo, pero claro que se lo preguntaría a Fushiguro Megumi.

Incluso si se resiste a darle información, le sacará el nombre de ese omega delicioso a golpes si es necesario...

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