Era una mañana de sábado muy tranquila para Megumi. Había viajado hasta su hogar el día anterior por el cumpleaños de su padre y decidió quedarse todo el fin de semana junto a él.
Estaba echado en el sillón cuando sintió el peso extra a su lado. Toji se había sentado para ver la televisión junto a él, llevaba un tarro de palomitas con sal y un par de bebidas.
Megumi recibió la lata fría con felicidad. Hacía calor por lo que una bebida burbujeante no le caería mal.
—Hay algo que he querido preguntarte desde que llegaste.— la voz de su padre lo detuvo a media acción de abrir su lata. —Tú olor es mucho más débil, Megumi. Entiendo que utilizas supresores pero no es solo eso, está mezclado.
Seguramente en ese mismo instante se le fueron los colores del rostro pues vio a su padre levantar una ceja con curiosidad e interrogación.
—Últimamente también estoy usando parches de olor...— murmuró llevando la lata a la boca para darle un trago.
—¿Estás saliendo con alguien?.— preguntó directamente y Megumi casi se ahoga —Por favor no me digas que es el vándalo de la otra vez. Recuerdo haberle dicho a Satoru que te alejara de él.
Ahora su ceño se había fruncido levemente y Megumi vío allí una oportunidad para saldar una deuda pendiente.
Tragó rápidamente antes de hablar.
—Sí, salgo con alguien pero no es nada serio.— era una vil mentira. Era verdad que se acostaba con Sukuna pero ni siquiera se refería a él en ese momento —Y Gojo-san me ha cuidado mucho...
Tenía que cumplir...
Tenía que cumplir...
—Él tiene un gran instinto y siempre me aconseja.— y se mordió la lengua, claro que le daba consejos. Sexuales, pero consejos al fin y al cabo —¡Ojalá algún día tuviera una madre como él!
Lo último salió de su boca de una manera tan forzada que quiso darse un zape a sí mismo.
Toji estaba perplejo. Especialmente por que era la primera vez que su hijo le insinuaba que debía buscarse una pareja.
—¿Realmente?.— preguntó volviendo a su rostro sátiro de siempre —Es un omega bonito, ¿Verdad?
Lo vió asentir antes de llevarse una buena porción de palomitas a la boca, seguramente no quería hablar más. Sin embargo, Toji conocía a su pequeño Megumi a la perfección y era consciente de los problemas que este padecía.
Si Toji tenía problemas con las apuestas, su pequeño tenía problemas con los tratos directos.
Especialmente aquellos contratos que de alguna forma u otra, lo incluían a él como alfa.Su hijo se ha beneficiado a lo largo de los años intercambiando sus feromonas de alfa, sus prendas de vestir, algunos mechones de su cabello, entre otras cosas.
Solo espera que su niño no ponga en juego su culo algún día.
—¿Y bien?.— prosiguió al ver que Megumi se había hecho el tonto y ahora simulaba ver la película —¿Deberíamos hacer una cita?.
Entonces el chico volteó a verlo con los ojos abiertos de la impresión.
—Una cita estaría bien.— contestó aliviado. Con eso el albino no lo molestaría más.
—Me parece bien.— entonces su padre sonrió tanto que se le achinaron los ojos sospechosamente —Satoru, tú, yo y ese alfa idiota con el que sales.
«Mierda.»
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Compañeros •|SukuFushi|•[OMEGAVERSE]
FanfictionMegumi Fushiguro es un joven Omega que sueña con convertirse en un gran artista y cuando es aceptado en la universidad más prestigiosa de Japón, se ve obligado a fingir ser un Beta. El problema son los agudos sentidos de su compañero de cuarto, un a...