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El golpeteo en su puerta anunciando esa llegada esperada le sacó del trance, haciéndolo levantarse para tomar el pomo y finalmente admirarla frente a él. Parecía tan diferente, quizá era por el hecho de que no estaban en casi completa oscuridad en una pasarela poco transitada o el hecho de que ella tenía el cabello mal cortado de una manera repentina, totalmente diferente a su usual cabello medio largo.

Pero no era sólo su apariencia, simplemente verla se sentía diferente.

—Veniste.

—Me amenazaste de que si no lo hacía, me reprobarías sin importar lo que hiciera.

La risa escapó de su boca al mismo tiempo que acomodaba sus gafas sobre su nariz al recordar cómo habían terminado en este lugar, pero ella únicamente se mantuvo en la puerta.

—Supongo que vas a regañarme o algo así.

La joven entró, cerrando la puerta detrás de ella, tumbandose en el sofá de la habitación mientras que dejaba su pequeña mochila en el suelo.

—No voy a regañarte.—aclaró caminando hasta tomar asiento a su lado, dejando un cojín de separación.—. Únicamente quería hablar contigo.

—¿Hablar de qué?

Enarcó una ceja, casi con ironía de la propia pregunta que había hecho esa voz dulce frente suyo.

—Quizá podemos iniciar en tu repentino cambio de apariencia de la noche anterior a hoy.

—¿Se ve mal?

—No, únicamente me pareció radical.

Val musitó, pasando la mano por sus cabellos ahora extremadamente cortos y oscuros para finalmente mirarle a la cara.

—Tu tampoco pareces muy estable, así que no creo que estás en posición de darme un regaño por lo que intenté anoche.

Él se sorprendió por aquel repentino comentario, soltando una risa suave en vez de molestarse o cualquier otra reacción esperada. Esta chica era totalmente diferente a lo que esperaba, más que una simple apasionada por los libros que se mantenía en silencio y sólo hablaba cuando necesitaba en clase.

—Me divorcié, sólo veo a mi hija los fines de semana cada que ella decide que no me odia tanto porque aun no digiere el divorcio de su madre y yo, mi única rutina es organizar mis clases y leer clásicos.

—Entonces los dos estamos jodidos.—susurró la joven con un tono divertido, recargando su brazo en el respaldo de aquel sofá.—. Nada nuevo.

—Nada nuevo.—repitió.—.

El silencio apareció por unos segundos de una manera incómoda, manteniendo a Oscar pensando qué decir, a pesar de que había practicado su regaño durante todo el día, ahora no le salían las palabras para poder entablar el tipo de conversación profunda con aquella joven, quizá al inicio pensó que sería una especie de relación paternal, pero ahora era ella quién estaba sacándole verdades sin ningún esfuerzo.

—Valkyrie.

La susodicha levantó la mirada, expectante de algún tipo de regaño o boicoteo, pero al contrario de sus expectativas, él parecía en blanco.

—Sólo quiero entenderte, entender tus razones, intentar ser alguna especie de compañía para tí.

—¿Quieres saber mi historia?

—Sólo sé de tí tu nombre, lo buena alumna que eres y mínima parte de tu carácter que veo cuando interactuamos en clase, luego de anoche creo que hay más.

Val únicamente rió negando antes de poder hablar.—No hay nada de interesante.

—Creo que lo hay.

𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐎𝐔𝐑 𝐋𝐀𝐒𝐓 𝐃𝐀𝐘  ━  𝗢𝗦𝗖𝗔𝗥 𝗜𝗦𝗔𝗔𝗖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora