Almas vacías las cuales se encuentran con un propósito que estaba planeado desde antes que ellos supieran de la existencia del ajeno
¿Es amor? ¿Es deseo? ¿Es protección?
Quizá sólo buscaban un poco de calidez entre sus piezas rotas, porque este mund...
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015
—¿A dónde vamos?
—Disfruta el camino. —regañó con la vista en el volante, sonrisa socarrona.—. Te has vuelto más impaciente.
—Pensaba que íbamos a follar en el auto.
Oscar rió negando, su mirada se desvió un momento hacia la chica que ya estaba expectante, esa sonrisa juguetona ya estaba en aquellos labios que anhelaba besar. Tuvo que apartar la mirada para concentrarse en el camino.
—Quiero que sea más especial que tener sexo en el auto.
—Igual hubiera sido divertido. —sugirió, el oso de peluche blanco estaba en sus manos.—. ¿No?
El mayor negó riendo.—Hoy tienes mucho apetito sexual.
—Las hormonas juveniles, tú luciendo así. Supongo que todo, la ovulación, creo.
Sus manos se mantuvieron en el peluche. Se lo había entregado apenas ambos estuvieron en el auto, como si fuera un pequeño secreto que ocultó para evitar la discusión innecesaria con Mira que terminó dándose lugar horas antes. No importaba ahora. A Valkyrie le había gustado aquel. Era suficiente para él.
—Has estado más energética de lo normal; hablando más, jugando más.
—Has pasado conduciendo una hora sin rumbo, me diste este peluche como si fuese una niña y no quieres decirme a donde vamos, ¿Realmente quieres una explicación?
—Iremos a una cita.
—¿A dónde?
—Se nota que no te gustan las sorpresas. —Le sonrió divertido, mirándola de reojo.—. Iremos a bailar, te daré un regalo que he planeado en este tiempo que no he podido verte y luego iremos a un motel.
—¡Al fin! —Levantó las manos y las agitó, totalmente entusiasmada.—. Era tan fácil decirlo. Espera... ¿A un motel?
—Tu has insinuado que querías hacer el amor hoy.
Val rodó los ojos con una sonrisa.—Eso es conveniente para tí. Jamás lo aseguré, sólo dije que lo había pensado, fue más una sugestión, te encanta la lingüística, deberías saber la diferencia ya.
—No es necesario tener sexo en nuestra cita, si no quieres, así como has dicho, sé la diferencia. Un motel no es sinónimo de necesitar una relación sexual, puede usarse sólo para dormir.
—Bien.
—Sabes que siempre he dejado eso a tu decisión. Me basta que me mires a los ojos para sentirme pleno, el sentir tu cuerpo junto al mío ya es parte de mi avaricia.
Val sólo rodó los ojos, fingiendo que no le derretía por dentro cuando Oscar se atrevía a usar ese tipo de descripciones. —Avaricia, lujuria, egoísmo, ¿qué más pecados has cometido?
