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El pasillo se sentía vacío, solo podía escuchar las voces cuando pasaba a un lado de las puertas de cada aula ocupada, pero estaba claro que la mayoría ya había huido apenas se enteró de su calificación aprobatoria, ella lo hubiera hecho si tuviese algo interesante que hacer, pero como era lo contrario, prefiería pasear por allí. A este punto, era libre, su última carpeta entregada marcaba el rito de libertad, al menos por un mes y medio, pero estaba absorta en pensar en cómo usaría todo ese tiempo disponible para sí misma.

Sus botas oscuras marcaban ese paso rápido, un ligero eco ante el poco tránsito en ese pasillo. Estaba nerviosa mientras caminaba hacia esa oficina que era más usual de lo que debería, se había comprometido en asistir apenas tuviese tiempo libre, pero se le erizaba la piel al pensar una compañía tan importante como la hija de Oscar. No pensaba que sería desagradable ni tenía un pensamiento negativo, pero era la primera vez que había compañía, quizá no habrían los típicos desahogos que acostumbraban entre sí, y ello también le parecía extraño, le agradaba esa rutina.

Suspiró al estar frente a esa puerta, girando el pomo para así asomar su rostro, disimulando cada rastro de nerviosismo en sus expresiones.—¿Puedo?

Oscar asintió, levantando la mirada automáticamente para observarla, por un momento, sus ojos se desviaron a donde no deberían cuando ella estuvo de espaldas, pero jamás la había visto en ese tipo de faldas cortas, o al menos no le había prestado suficiente atención antes de conocerla como ahora. Nerea estaba sumergida en el libro, tumbada en el sillón mientras que tenía esos audífonos inalambricos, totalmente metida en su mundo, al punto que ni siquiera notó la presencia de la mayor.

—Nerea es hermosa.—confesó en voz baja, sentándose frente a él, tirando la mochila al costado.—. No pensé que algún día la vería en persona.

—Pienso pasar más tiempo con ella, así que decidí que como su temporada vacacional inició antes, quizá podría pasar más tiempo conmigo.

Oscar se asomó detrás de la joven, mirando a Nerea que realmente los estaba ignorando por completo, parecía ir por la mitad del libro. Val giró la mirada, riendo suavemente al ver la expresión desconcertada del canoso.

—Lleva una hora así, primera vez que lee un libro clásico por voluntad propia, quizá me han cambiado de hija.

Val rió, negando y girandose ligeramente para ver la portada, que fácilmente reconoció.—Sólo es Hermann Hesse, tiene ese tipo de magia, fue el libro que me refugió cuando me sentía pérdida, quizá pueda ayudarle también, en esa edad solemos sentirnos demasiado sin rumbo, sólo necesita poder comprenderse a sí misma.

El mayor asintió, cerrando la computadora frente a él y apartandola, sus codos sobre la mesa con las manos juntas, pareció pensante durante un instante, con lo que la joven le acababa de decir. Era el momento.

—Hablando de eso, entrarás a tu último año, ¿no es así? —La menor asintió, haciendo una mueca suave.—. Entonces puedo asumir que requerirás escoger tu medio de titulación.

Val rió, negando con ironía.—Ojalá, pero estoy condicionada por la beca, doble tortura.

—¿Por qué?

—Algo así como una mezcla, prácticas profesionales con enfoque en un área de investigación y una tesina sobre ello, básicamente han combinado las dos torturas más temidas de los universitarios.—bromeó, parecía animada aún si la piel aún le ardía.—. Pero lo sabía desde que he aceptado la beca, es para promover el programa y poder dejar un archivo de ello, pero igualmente puedo obtener honores al graduarme, así que supongo que está bien, sólo es un año de estrés.

—¿Ya has pensado sobre qué harás tu tesina en ese caso?

Val suspiró, negando.—Aún no, pero requiero un tutor académico para ello, básicamente mis practicas profesionales serían una mezcla del trabajo de un becario para mi tutor pero al mismo tiempo, debo estar haciendo la tesina y dar revisiones.—mordió su labio inferior, bajando la mirada, nerviosa.—. De hecho estaba pensando pedírtelo a tí.

𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐎𝐔𝐑 𝐋𝐀𝐒𝐓 𝐃𝐀𝐘  ━  𝗢𝗦𝗖𝗔𝗥 𝗜𝗦𝗔𝗔𝗖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora